¿Cuándo se encontrará un tratamiento que permita curar, frenar o retardar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer? Esta trascendental cuestión se ha abordado en el segundo encuentro de voluntarios del Estudio Alfa (Alzheimer y Familias), organizado por la Fundación Pasqual Maragall y la Obra Social de “la Caixa” en el que se han dado cita más de 1.500 personas.

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La Fundación Pasqual Maragall y la Obra Social ”la Caixa” reunieron a más de 1.500 personas en segundo encuentro de voluntarios del Estudio Alfa

Y es que la búsqueda de una vacuna contra la enfermedad del Alzheimer es un tema que suscita un gran interés social y científico, afectando de manera muy directa a los enfermos y a sus familiares.
Tal y como apuntó en este foro, el Dr. José Luis Molinuevo, director científico de la Fundación Pasqual Maragall, “en los últimos 15 años se han desarrollado decenas de medicamentos dirigidos a disminuir la acumulación de proteína amiloide en el cerebro y la destrucción neuronal que provoca el Alzheimer, pero ninguno de ellos ha sido satisfactorio, ya que aunque han sido efectivos en la ‘limpieza’ del cerebro, no han mejorado el estado cognitivo de los pacientes, es decir, no han frenado ni curado los síntomas de la enfermedad”.
Además, el desarrollo de un medicamento nuevo es un proceso largo que exige superar diferentes fases. En general, sólo entre el 2 y el 5% de los ensayos clínicos con resultados prometedores con animales pasan a ser evaluados con humanos, debido a la gran dificultad de extrapolar los resultados. A esto hay que añadir que, en el caso del Alzheimer, es aún más complicado por la complejidad y la larga duración de la enfermedad.
Desde la Fundación Pasqual Maragall se incide en que el foco de investigación de nuevos tratamientos se ha puesto tradicionalmente en las personas enfermas, es decir, con síntomas clínicos manifiestos. Pero actualmente sabemos que se inicia de forma silenciosa entre 15 y 20 años antes de la aparición de los primeros síntomas. Este nuevo conocimiento ha comportado que, en los últimos años, se haya replanteado el punto de vista desde el que se estaba abordando la investigación de esta patología. Por ello cada vez son más los investigadores, centros de investigación y organismos científicos que están orientando sus esfuerzos a la detección precoz y a la prevención, como es el caso del Estudio Alfa.
Todo apunta a que los ensayos clínicos de nuevos medicamentos se irán trasladando a fases más iniciales de la enfermedad, incluso antes de sus primeras manifestaciones. De hecho, no se descarta que medicamentos ineficaces en enfermos ya diagnosticados pudieran ser efectivos si se administraran años antes de la aparición de la enfermedad.

Estudio Alfa para la prevención del Alzheimer

Con el apoyo de la Obra Social “la Caixa”, la Fundación Pasqual Maragall puso en marcha el año 2012 el Estudio Alfa para la prevención del Alzheimer. Actualmente es uno de los más complejos y con mayor número de voluntarios que existe en el mundo dedicado a la detección y la prevención del Alzheimer: participan 2.743 voluntarios adultos sanos, de entre 45 y 75 años, hijos e hijas de personas afectadas por el Alzheimer, a los que se efectúa un conjunto de pruebas (cognición, genética, neuroimagen…) cada tres años y durante décadas. El objetivo es identificar, de forma precoz, los signos biológicos relacionados con la enfermedad.
Siguiendo esta línea de investigación, en el marco del proyecto europeo EPAD (European Prevention of Alzheimer’s Dementia), la Fundación tiene previsto iniciar este año los primeros ensayos clínicos de prevención con voluntarios sanos. En esta iniciativa participan 35 centros de investigación, universidades, asociaciones de enfermos y laboratorios europeos con el objetivo de obtener un fármaco que actúe en los estadios iniciales de la enfermedad, evitando o atrasando la aparición de los síntomas.