geriatricarea Ana Santaolalla Los Llanos Vital
Un artículo de Ana Santaolalla
Responsable de proyectos
de Los Llanos Vital y Proyecto Megara

Me siento en mi despacho, un lunes cualquiera de una semana cualquiera, y me encuentro cara a cara con la planificación de esa semana.
MARTES, 12 DE JUNIO
Hoy es nuestro último día de intervención del proyecto piloto “Alzheimer para niños”, que durante todo el año venimos haciendo con el Hospital General de Villalba y El Colegio Santa Quiteria.
Dos objetivos importantes de este proyecto. El primero, parece que se evidencia enseguida: ayudar a los niños a entender la enfermedad, sus síntomas y los cambios que puede provocar en el comportamiento de los mayores y en cómo se sienten. De esta forma ellos también pueden responsabilizarse del cuidado del mayor, entenderle y saber cómo ayudarle.
Nuestro segundo objetivo, igual o más importante, el empoderamiento de los mayores que participan de este y del resto de actividades que realizamos con la comunidad. Empoderamiento porque sienten en primera persona que forman parte activa de ella. Son agentes despiertos, son protagonistas principales de las actividades.
Con ellos fuimos al colegio para que los niños recibieran la información más técnica por parte del neurólogo, Francisco Javier Pardo Moreno, del HGV, pero también la formación humana, de las propias experiencias de vida, que compartieron allí en las aulas con los niños. Mayores con deterioro cognitivo leve, capaces de explicar cómo es vivir “con una nube en la cabeza que ya no les deja acordarse de todo”.
Increíble verles allí, recuerdo ahora. Que gran oportunidad. Empoderados, mirando a los niños de frente, contándoles sus recursos personales en los que se apoyan para engañar al olvido. Enseñaba Conchi una nota, en forma de chuleta, en la que lleva apuntados los botones del ascensor, con sus números de planta y colores, y con los despachos, dependencias etc que tiene en cada una de ellas y que a diario consulta cuando no recuerda dónde está su habitación, el despacho médico o el comedor. Grande ella cuando al terminar, orgullosa comenta, “creo que lo he hecho bien y que he sido capaz de explicarles como ando de perdida a veces”.

geriatricarea Alzheimer para niños Los Llanos
El proyecto “Alzheimer para niños” ayudar a los más pequeños a entender esta enfermedad, al mismo tiempo que facilita el empoderamiento de los mayores

Juan ya no puede ir al colegio sin que los más peques, que también han participado de las actividades, se le echen al cuello y le llamen “abuelo Juan”. Fue el encargado, en una de las sesiones, de sentarse a su lado y leerles el cuento “Los despistes del abuelo Pedro”.
También con estos niños, en otra sesión del proyecto, jugamos a imaginar que ellos eran los nietos de ese abuelo e hicimos para él etiquetas, nombrando aquellos objetos importantes de una casa, que en las diferentes estancias pudieran ayudarle a identificar lo que en algún momento no encuentran o no reconocen. Así, un grupo de niños trabajó en “etiquetar” los objetos de la cocina; otro, de una habitación; otros, los del baño: “cepillo de dientes (y hacían el dibujo), toalla, zapatero… y hubo uno, os vais a reír, que etiquetó al propio Juan.
De esta forma los niños se divierten a la vez que integran y entienden lo necesario que son los apoyos y las ayudas para los mayores con esta enfermedad así como distintas formas de poder facilitarles la vida. De esta manera, Juan se sigue sintiendo vital, se integra en una actividad innovadora que, además, requiere una preparación prolongada en el tiempo, que le mantiene conectado con los otros agentes de su comunidad. Conseguimos actividad, responsabilidad en la preparación y planteamiento de objetivos a medio plazo. ¡Tengo tanto por delante! ¡Tengo tanto que enseñar! ¡Tengo tanto por vivir!…
VIERNES, 15 DE JUNIO
40 niños de 10 años, de un colegio de Alpedrete, vienen, como vienen haciendo desde hace ya muchos años, a despedir al curso escolar y a los mayores de Los Llanos, hasta el próximo septiembre que volvamos a vernos, tras las vacaciones. Acampan aquí en Los Llanos y pasamos la noche alrededor de juegos de campamento y de fuegos artificiales.
En nuestro compromiso de mantener vivo el espíritu de encuentro entre vivencias y generaciones, desde hace 10 años mantenemos despierto en este centro un programa intergeneracional, aprobado en el proyecto curricular del Colegio Santa Quiteria y del que durante el curso, participan todos los niños del colegio y los mayores de Los Llanos.
geriatricarea Programa Intergeneracional Los Llanos
El Programa Intergeneracional de Los Llanos favorece el aprendizaje entre las generaciones más mayores y las más jóvenes

Tratamos de evitar que se levante un muro de aislamiento entre la sociedad y los mayores que viven en una residencia geriátrica.
Nos han enseñado nuestros mayores, es más, nos lo reclaman, que llegada esta edad y a esta situación -ingreso en una residencia- que hay que trabajar por mantener los lazos que les unen con nuestra sociedad, con nuestro enclave, con nuestra comunidad, con la vida.
Y desde esta reflexión, desde la realidad del riesgo de aislamiento social de estos mayores, surge nuestro Programa Intergeneracional, como instrumento para, que año tras año, favorezcamos, a través de un intercambio INTENCIONADO y continuado, el aprendizaje entre las generaciones más mayores y las más jóvenes y EMPODERADÓNDOSE EL MAYOR en su papel de maestro transmisor.
Nuestra intención es conseguir beneficios individuales y sociales adecuados mediante la mejora de la integración de grupos de edad y la cohesión de una sociedad que es común para todos los grupos y que, en la fracción que nos afecta, tiene el riesgo de desmembrarse por aislamiento.
Una vez al mes, y durante todo el curso escolar, vienen los niños de los diferentes cursos del colegio, a realizar en el centro la actividad programada. Todos menos los de tercero; ellos saben, por experiencia, que a ellos les toca venir a acampar al final del curso.
Hemos hecho yincanas intergeneracionales, hemos hecho concursos de estimulación cognitiva, nos hemos convertido en participantes, este año, del emblemático concurso “1,2,3, responda otra vez”. Mayores activos convertidos un día en actores, otro en maestros, otro en poetas, en cantantes, en deportistas, en periodistas…
La preparación conjunta de los proyectos, el desarrollo de pruebas para llegar a la final, el día del concierto, el día de la competición deportiva, el día de la gala musical… Actividades finales que siempre esconden jornadas de trabajo compartidas entre ambos colectivos en dónde el mayor, nuestros mayores, se empoderan en su papel de transmisores de experiencia y conocimiento y se despiertan así, a golpe de despertador, como hacemos todos nosotros, con una tarea que hacer. Una ilusión.