/p>ader>En nuestro país, unas 2.300.00 personas mayores son dependientes y requieren de ayuda de un cuidador, y de ellas, 431. 000 padecen Alzheimer, tal y como recuerda la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) con motivo del Día Mundial del Alzheimer.Desde la SEGG se quiere defender la figura del geriatra como profesional idóneo para el cuidado integral del paciente con Alzheimer y rendir un merecido reconocimiento a las personas cuidadoras, cuyo apoyo y cuidado es fundamental durante el transcurso de la enfermedad. Y por ello se suma al lema que la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) propone para este año, “Alzheimer ConCiencia Social”.
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El geriatra es el profesional idóneo para el cuidado integral del paciente con Alzheimer. En España hay menos de un millar de geriatras en la sanidad pública

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia (una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero) y acapara entre un 60% y un 70% de los casos.
Ante este escenario el Presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, el Dr. José Antonio López Trigo, reivindica la figura del geriatra como “el profesional capaz de valorar en su conjunto al paciente con Alzheimer y derivarle al especialista que se considere en los casos necesarios, ya que esta enfermedad degenerativa requiere un abordaje multidisciplinar (físico, psicológico, funcional, social)”.
Este especialistas destaca que “en la actualidad tan solo existen menos de un millar de geriatras en la sanidad pública, lo que resulta un número considerablemente escaso para tratar a los pacientes con Alzheimer, hoy más que nunca es necesario potenciar la figura de este especialista para tratar a las personas mayores de 65 años”.
La demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria. Desde la SEGG se ha establecido un perfil de los pacientes con enfermedad de Alzheimer, sus necesidades y las posibilidades de mejora de su abordaje:

  • La mayoría de los pacientes se sitúa en la franja de edad de los 80 a los 86 años, con claro predominio del sexo femenino. Prácticamente la mitad de los que viven en sus domicilios y el 75 por ciento de los que lo hacen en residencias, se encuentran en fases avanzadas de la enfermedad. Presentan síntomas variados (cognitivos, neuropsiquiátricos…), y problemas añadidos característicos de un paciente geriátrico (pluripatología, polifarmacia, etc.) que inciden sobre su deterioro cognitivo y condicionan su evolución.
  • Aún cuando la enfermedad de Alzheimer está claramente ligada al envejecimiento, los problemas de memoria (síntoma precoz de la enfermedad) no deben ser considerados como normales en la persona mayor. El diagnóstico y tratamiento precoces mejoran el curso de la enfermedad.
  • Se han de ofertar a los pacientes y sus familias los tratamientos farmacológicos sintomáticos estandarizados, minimizando las altas tasas de infratratamiento, especialmente en pacientes institucionalizados en residencias.
  • En las fases más avanzadas de la enfermedad, los pacientes y sus familias deberían tener acceso a un programa protocolizado de cuidados paliativos, que garantizara la toma de decisiones, el máximo confort, control sintomático y calidad de vida del paciente.

La SEGG advierte que los pacientes con Alzheimer son el prototipo de pacientes vulnerables, tanto desde el punto de vista médico, como personal, familiar y social. Garantizar a ellos y a sus familias una atención sanitaria y social en cantidad y calidad suficientes, en función de sus necesidades cambiantes, es un reto profesional y ético que nos atañe a todos.