Aspectos como la calidad del aire interior y del agua, el confort acústico y térmico, los materiales de construcción o la accesibilidad son elementos que afectan a la salubridad global de una edificación y, también, a la salud de sus ocupantes.

Consciente de ello, el Consejo General de la Arquitectura Técnica (CGATE) y el Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM) han suscrito un convenio para poner en marcha diversas iniciativas encaminadas a que las personas disfruten de viviendas más saludable. Entre las iniciativas ya puestas en marcha por el CGATE y el CGCOM destaca la elaboración de una Guía de Edificios Sostenibles, que lleva por título ‘Edificios y salud. Las siete llaves para un edificio saludable’, cuyo contenido está enfocado a ayudar a los técnicos de la edificación a hacer más comprensible para los usuarios los parámetros que inciden en la salud de los hogares.

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Médicos y Arquitectos Técnicos velarán por mejorar las condiciones de las viviendas para proteger la salud de los usuarios

Tal y como afirma el Dr. Serafín Romero, presidente del CGCOM, este convenio muestra el “compromiso de la corporación médica con el derecho y garantía de los ciudadanos al acceso a una vivienda digna y de la necesidad de que se garanticen unos mínimos de calidad”, destacando la importancia que tienen “los efectos sobre la salud derivados de las condiciones de habitabilidad de la vivienda”.

En este sentido, Alfredo Sanz, presidente del CGATE, incide en la importancia de “determinar los parámetros técnicos más idóneos para proteger la salud de los usuarios de los edificios, en definitiva, todos nosotros. No podemos olvidar que pasamos la mayoría de nuestro tiempo dentro de ellos”, no en vano “la Organización Mundial de la Salud estima que el síndrome del edificio enfermo afecta ya a los ocupantes del 30% de los edificios modernos”.

Para presidente del CGATE es fundamental también reorientar los aspectos relacionados con la salud en las rehabilitaciones o pequeñas actuaciones que se lleven a cabo en el parque residencial. Entre ellas, incide en un reto profesional importante, ya que “aunque actualmente en España no existe un censo de los edificios con productos que contengan amianto, se considera que todavía quedan unas 2,6 toneladas de este material tóxico en el parque inmobiliario, por lo que su retirada ha de ser realizada progresivamente”.

“La sociedad actual demanda información sobre cómo los materiales de construcción pueden afectar a su salud. Desde la Arquitectura Técnica, siempre preocupada por el interés social, centraremos nuestros esfuerzos en abrir nuevas líneas de investigación y trabajo sobre este tema”, afirma Alfredo Sanz.