Con el paso de los años y el natural proceso de envejecimiento muchas personas comienzan a tener problemas relacionados con la movilidad y se hace imprescindible recurrir a ayudas técnicas, principalmente una silla de ruedas.

Por ello, estas personas o sus cuidadores deben acudir a especialistas en movilidad que les proporcionarán el material y los consejos necesarios para conseguir que el problema se solucione de la mejor forma. Sin embargo, a la hora de escoger una silla de ruedas, es necesario seguir una serie de recomendaciones previas. En este artículo se destacan las principales.

¿Qué hay que tener en cuenta para coger una silla de ruedas?

En el momento en que una persona empieza a requerir una silla de ruedas, se debe pensar en que se convertirá en una elección de gran importancia. Diariamente se vivirá a través de ella, y por ello se debe pensar en una silla que sea cómoda y que aporte bienestar a la persona que va en ella. Al escogerlas, existen algunos detalles que conviene tener en cuenta, como la calidad de las mismas, el material o la adaptación a las necesidades de cada usuario. Por ello, lo primero a tener presente es qué necesita la personas y el entorno donde su utilizará, sin olvidar el estado físico y psicológico del usuario que irá en ella.

En lo primero en que hay que fijarse es en el tamaño. En caso de que se busque comodidad, este consejo es básico, esto que incide con la persona teniendo en cuenta la altura y el peso. Se puede optar por un ancho de menos de 40 centímetros para las personas delgadas u optar a anchuras que sean aptas para personas que tengan más peso. En casos de obesidad, se pueden elegir sillas bariátricas con anchos especiales. Lo ideal es que el ancho del asiento tenga uno o dos centímetros más del ancho de cadera por cada uno de los lados.

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A la hora de elegir la silla de ruedas que mejor se adapte a las necesidades de cada usuario se debe acudir siempre a profesionales del sector

También hay que fijarse en el tamaño de las ruedas, puesto que va acorde al tipo de silla y la autonomía del usuario. En caso de que la persona usuaria pueda desplazarse por sí misma, es conveniente optar por ruedas grandes. Si es empujada, lo mejor son ruedas pequeñas. Para su uso dentro de la vivienda, lo mejor son ruedas goma pequeñas y neumáticos grandes. Para exteriores, es preferible ruedas neumáticas. El material de la silla también es importante. Podemos encontrar de aluminio, de acero de baja densidad o de acero. La elección dependerá del uso y de las condiciones de la persona que vaya en la silla.

Por otro lado, el reposabrazos también hay que tenerlo en cuenta. Suele ser extraíble de la silla, para que las personas puedan salir por los lados fácilmente. Es aconsejable optar por sillas que cuenten con esta funcionalidad. Y en cualquier caso, se debe acudir siempre a profesionales del sector, que cuenten con experiencia y vocación suficiente como para llevar a cabo la elección del modelo de silla de ruedas que mejor cumpla con los requisitos y necesidades de cada personas, facilitándola una mejor movilidad, y por tanto, una mejor calidad de vida.