La Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y la Asociación Española de Enfermería de Cuidados Paliativos (AECPAL) han elaborado un comunicado en el que muestran su preocupación porque la grave situación de emergencia sanitaria vivida está incidiendo de manera trascendental en el sufrimiento de cientos de personas, reiterando que no se debe permtitir que ninguna persona muriera en soledad, ya que, tengan o no COVID-19, los pacientes que necesitan cuidados paliativos, y sus familias, sufren.

La prudencia y dedicación en el trabajo han dado paso en muchos de los sanitarios al miedo, no solo a contagiarse, sino también a contagiar. El tacto, la cercanía, los abrazos, incluso los besos, instrumentos habituales en su trabajo, han sido sustituidos por guantes, mascarillas y demás sistemas de protección. Por ello ,desde la SECPAL y AECPAL se ofrecen una serie de recomendaciones a los profesionales tratan a pacientes de cuidados paliativos.

geriatricarea cuidados paliativos

Por otro lado, el necesario confinamiento provoca que no todos los familiares puedan despedirse. Que los rituales se tengan que modificar, que haya personas que estén infectadas y no puedan visitar a sus seres queridos en los últimos días. Sin embargo, iniciativas imaginativas de todo tipo (tabletas conectadas por videoconferencia, cartas anónimas, canciones, poesías…) muestran cómo los profesionales implicados en sus cuidados siguen buscando paliar, también en esta situación, el sufrimiento de las personas.

Desde la SECPAL y AECPAL destacan el sufrimiento de las personas por la carga sintomática, emociones que aparecen, problemas sociales y familiares; por el miedo, la incertidumbre y por cuestiones espirituales de todo tipo que afloran cuando el fin de vida se hace presente. Estos colectivos manifiestan su preocupación porque las medidas lógicas ante la emergencia alejen este sufrimiento del objetivo asistencial en esta pandemia. «Nos llegan voces de alarma de socios y amigos compartiendo esta inquietud por el enorme dolor que están presenciando», afirman desde esta Sociedad. Preocupa especialmente que el centro de la atención sea el virus, y no el enfermo infectado, y que en los protocolos de atención que inundan las redes se olviden aspectos como la comunicación, la soledad, la despedida, los rituales…

Los cuidados paliativos son un derecho de las personas, también en épocas como esta, insisten. «No deberíamos permitir que ningna persona muriera sola. Ni con sus síntomas mal controlados. Ni privada de su consciencia sin motivo, o padeciendo dolor o disnea por miedo o por desconocimiento de las medidas adecuadas. No deberíamos permitir que ningna persona muriera sola. Ni ahora ni nunca«.

Además, SECPAL y AECPAL aprovechan para agradecer el «esfuerzo de tantas y tantas compañeras y compañeros que se dedican, también estos días, a conseguirlo. A los profesionales de los hospitales, de los servicios de Emergencias, de Urgencias, de las residencias de personas mayores o las que alojan a otras personas con dificultades. A los equipos de Atención Primaria, a los puntos de Atención Continuada. Al voluntariado, también ahora presente y activo«.