En un momento en el que la pandemia generada por el COVID-19 ha alterado el estilo de vida de todo el mundo, las personas con Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI) están consideradas un público de riesgo ya que, mientras se observa que la mayoría de la población general afectada por el virus no desarrolla una enfermedad grave, las personas con enfermedades pulmonares crónicas se encuentran en una condición más vulnerable debido al daño pulmonar existente.

Por ello, como parte de su compromiso con las enfermedades respiratorias, Boehringer Ingelheim, en colaboración con el Dr. José N. Sancho-Chust, especialista en Neumología del Hospital Universitari Sant Joan d’Alacant, han elaborado una serie de recomendaciones específicas para que los pacientes con Fibrosis Pulmonar Idiopática puedan sobrellevar de la mejor manera posible esta situación, además de seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

geriatricarea FPI
Se debe extremar la higiene de manos al tocar las gafas nasales que están en contacto directo con los orificios nasales

En España, la Fibrosis Pulmonar Idiopática afecta a entre 7.500 y 10.000 personas y pertenece a un gran grupo de enfermedades pulmonares denominadas enfermedades pulmonares intersticiales difusas (EPID).

Tal y como afirma el doctor Sancho-Chust, “los pacientes con Fibrosis Pulmonar Idiopática son una población de riesgo para el COVID-19 por varias razones. La primera es la propia enfermedad pulmonar, ya que se trata de unos pulmones con un funcionamiento alterado debido a cambios inflamatorios y lesiones cicatriciales. La segunda razón es la propia edad de los pacientes, ya que se ha visto que la edad es el factor de riesgo más importante en la infección por Coronavirus. La tercera y última razón sería por la coexistencia de otras enfermedades de riesgo, como son la hipertensión arterial o la diabetes”.

Las recomendaciones de Boehringer Ingelheim y del Dr. José N. Sancho-Chust, para pacientes con Fibrosis Pulmonar Idiopática son las siguientes:

  • Cuidado de los sistemas de oxigenoterapia domiciliaria. Las gafas nasales, las alargaderas y el concentrador de oxígeno son elementos que estos pacientes manipulan muy frecuentemente a lo largo del día y están en contacto con partes sensibles como son los orificios nasales. Una primera recomendación básica sería la de extremar la higiene de manos, intentando tener las manos limpias siempre antes de tocar estos elementos. Por otro lado, se deberían seguir las medidas habituales de limpieza de los sistemas. Lo recomendado es limpiar diariamente la parte de las gafas nasales en contacto con los orificios nasales. Para ello se usará agua y jabón, para posteriormente aclarar abundantemente con agua y se secará bien antes de su nuevo uso.

  • Nuevas rutinas de ejercicio físico. En los pacientes con Fibrosis Pulmonar Idiopática es muy importante el ejercicio diario, ya que se ha visto que la inactividad física es un factor de mal pronóstico y hay que evitarla. Ejercicios generales como caminar, natación o bicicleta suelen ser muy beneficiosos si se practican a la intensidad adecuada para cada paciente. Mientras exista recomendación de confinamiento domiciliario, este tipo de ejercicios son poco viables y hay que sustituirlos por ejercicios en el propio domicilio. Se pueden aprovechar elementos estructurales de las casas, como los pasillos o las escaleras, o bien elementos del contenido domiciliario como puedan ser botellas o envases de diferentes tamaños y pesos.

  • Gestión emocional del confinamiento. Es muy importante el poder del pensamiento positivo, que siempre ayuda en situaciones de vulnerabilidad. Este pensamiento positivo se basaría en ciertos datos que conocemos en la actualidad sobre el Coronavirus. Uno es el de que los pacientes con Fibrosis Pulmonar Idiopática no tienen un riesgo más elevado de infección que el que tiene la población general. El otro es el hecho de que la mayoría de las formas de la infección son leves o moderadas y sólo un pequeño porcentaje de pacientes infectados desarrolla una enfermedad grave.

  • Estilo de vida saludable. Establecer una rutina domiciliaria nos puede ser de mucha ayuda para soportar mentalmente la anómala situación en la que vivimos. En la medida de lo posible, la rutina diaria debería incluir medidas de higiene, ejercicio físico, una alimentación equilibrada, momentos de ocio o diversión y algún componente de relajación.

  • Consultar alternativas para visitas médicas. En el caso de combinar este tratamiento con otros complementarios que requieran un desplazamiento físico, o de tener próximas citas de seguimiento agendadas, es adecuado consultar las alternativas disponibles con el profesional sanitario de referencia para evitar riesgos.