Con el objetivo de conocer cómo ha afectado el confinamiento por la pandemia de la COVID-19 a la población en general, y a las personas con dolor crónico en particular, la Cátedra de Dolor Infantil de la URV-Fundación Grünenthal promueve un proyecto de investigación de ámbito europeo.

A partir del resultado de encuestas, esta investigación permitirá diseñar estrategias específicas, adaptadas a las características y necesidades de las personas afectadas, tanto de tipo preventivo como paliativo. Y es que la pandemia y las medidas que se han tomado para hacer frente a la pandemia, como el confinamiento, han condicionado de forma muy importante la vida de las personas en los últimos meses.

El objetivo de esta investigación, que lidera la Cátedra con el Instituto Universitário de Ciências psicológicas, Sociais e da Vida de Lisboa (Portugal) y que cuenta con la colaboración del Instituto Gift, de Pisa (Italia), es estudiar qué consecuencias ha tenido la pandemia en la salud física, mental y socioeconómica de adultos y jóvenes en España, Italia y Portugal, y cómo se manifiestan de forma particular en las personas con dolor crónico.

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Esta investigación permitirá diseñar estrategias específicas, adaptadas a las características y necesidades de las personas afectadas por dolor crónico, tanto de tipo preventivo como paliativo

La primera fase del estudio, de tipo longitudinal, consiste en recoger datos a través de encuestas online. El cuestionario es diferente según la edad de los participantes.

Los participantes deben responder a cuestiones relativas al contexto sociodemográfico, la situación socioeconómica, la salud o al impacto psicológico y social. Una vez recogidos los datos, los investigadores elaborarán conclusiones que pueden servir para preparar herramientas para afrontar de forma más efectiva y eficiente situaciones similares en el futuro.

Tal y como apunta Jordi Miró, director de la Cátedra de Dolor Infantil, «esta información debe permitir anticiparnos y tener preparados protocolos de apoyo adecuados si se vuelve a plantear la necesidad de confinarnos. En esta ocasión, el confinamiento nos ha cogido por sorpresa, pero debemos evitar que nos vuelva a pasar. La información que tenemos, y la que ahora recogeremos, también los aprendizajes adquiridos deben servir de algo».

Antes de que la pandemia por la COVID-19, las emergencias sanitarias por SARS y el ébola obligaron a tomar también medidas de distanciamiento social. Los estudios realizados entonces llegaron a la conclusión de que las medidas de confinamiento tenían efectos negativos a nivel psicológico y se asociaban al estrés post-traumático, la confusión y la irritabilidad. Precisamente, con el objetivo de ayudar a prevenir el agravamiento de los síntomas en las personas con dolor crónico durante el confinamiento, la Cátedra de Dolor Infantil de la URV-Fundación Grünenthal ha editado una guía de hábitos saludables. Se trata de recomendaciones de salud enfocadas a frenar la ansiedad, una reacción del organismo que va cogida de la mano del dolor crónico. Su objetivo es evitar comportamientos de riesgo y mantener a raya la ansiedad.