Se calcula que en los hogares españoles todavía hay 1.600 millones de euros en pesetas sin canjear. Por ello, la Fundación Pasqual Maragall, con el apoyo del Grupo Masmóvil, ha puesto en marcha la campaña solidaria “La última misión de la peseta”, que tiene como objetivo destinarlas a proyectos de investigación contra el Alzheimer.

La iniciativa “La última misión de la peseta” pretende dar una última y solidaria oportunidad a la antigua moneda antes de que pierda su valor para siempre, el próximo 31 de diciembre, además de conectar con las personas que han convivido con la peseta para recuperar los recuerdos nostálgicos que conlleva esta moneda.

En este sentido, el Dr. Arcadi Navarro, director de la Fundación Pasqual Maragall, destaca que “las pesetas que quedan en los hogares españoles en muchos casos están olvidadas, por ello, desde la Fundación Pasqual Maragall, queremos dar una nueva oportunidad y que estos ‘olvidos’ se conviertan en investigación y contribuyan a hacer posible nuestra misión de vencer al Alzheimer”.


Las pesetas podrán ser depositadas hasta final de año en las huchas disponibles en las tiendas Yoigo y las tiendas multimarca MASlife. En total habrá más de 800 puntos de recogida repartidos en todas las comunidades autónomas del país. Y aquellas personas que quieran contribuir en la lucha contra el Alzheimer pero no dispongan de pesetas, podrán realizar donaciones a través de la página web laultimamision.org, donde se puede acceder a toda la información de la campaña y a un buscador para localizar las huchas más cercanas.

Tal y como recuerdan desde la Fundación Pasqual Maragall, en todo el mundo, más de 50 millones de personas padecen Alzheimer u otras formas de demencia, y solo en España existen unos 800.000 casos. De hecho, 1 de cada 10 personas mayores de 65 años tiene Alzheimer, y por ello es la enfermedad que más preocupa a los mayores, por delante del cáncer o el infarto. Aunque no se padezca personalmente la enfermedad, una de cada dos personas tiene relación directa o indirecta con la enfermedad.

El número de afectados se habrá triplicado en 2050 si no se encuentra una cura efectiva, según el informe mundial de 2015 de Alzheimer’s Disease International. Por otro lado, se calcula que, si fuéramos capaces de retrasar solo cinco años el inicio del Alzheimer, el número de personas enfermas se podría reducir casi a la mitad.