El tratamiento de la enfermedad de Parkinson debe tener en cuenta sus síntomas motores y no motores, como la demencia asociada o los problemas de sueño, tal y como se puso de relieve en el curso ‘NeuroUpdate en trastornos del movimiento’, organizado por el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento (GETM) de la Sociedad Española de Neurología (SEN) con la colaboración de compañía biofarmacéutica AbbVie.

Y es que, tal y como señala el doctor Pablo Mir Rivera, neurólogo del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, y coordinador del curso, “aunque tradicionalmente los síntomas no motores del Parkinson no eran tenidos en cuenta, y pueden pasar desapercibidos al no ser tan llamativos como los temblores, hemos comprobado que pueden suponer un impacto considerable en la calidad de vida de los pacientes. Es por ello que hemos querido trasladar dicha información a los nuevos neurólogos”.

Como señala el doctor Mir Rivera, “estamos aún conociendo todos los aspectos de la enfermedad Parkinson, más allá de los temblores o las dificultades motoras, e intentando identificar el mejor tratamiento. Por ello hemos querido darle mayor protagonismo en el programa del curso”. Gracias a ello, los neurólogos conocen que los enfermos de Parkinson pueden desarrollar un tipo de demencia con características que la diferencian del Alzheimer, como las alucinaciones visuales, indica el especialistas del Hospital Virgen del Rocío.

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Los enfermos de Parkinson pueden desarrollar un tipo de demencia con características que la diferencian del Alzheimer

Durante este curso formativo, que tiene un carácter virtual y está dirigida a neurólogos jóvenes, se aportó una visión general y práctica de cómo aproximarse a los pacientes con diferentes patologías neurológicas motoras. Por otro lado, explicaron cómo realizar un diagnóstico correcto a partir de los síntomas, dando especial relevancia a la enfermedad de Parkinson, un trastorno que afecta a unas 150.000 personas en España según datos de la SEN.

Los profesionales sanitarios a cargo del curso incidieron también en la importancia del diagnóstico diferencial del Parkinson con respecto a otras enfermedades neurológicas. En este sentido, el doctor Mir Rivera resalta que, la clave para el diagnóstico diferencial es la semiología, conocer las características de cada trastorno del movimiento”. En este sentido, este curso ha permitido a los asistentes ser capaces de reconocer mucho mejor los diferentes trastornos del movimiento, especialmente el Parkinson. Su importancia radica en la ventana de oportunidad que abre para los pacientes un diagnóstico certero. “Si identificamos correctamente la enfermedad, podremos comenzar a realizar el mejor tratamiento para los pacientes de Parkinson lo antes posible, contribuyendo así a su bienestar”, advierte el neurólogo.

Implicación de los pacientes y cuidadores en el tratamiento del Parkinson

Tras el diagnóstico de Parkinson u otros trastornos del movimiento, la implicación de los pacientes y cuidadores en su tratamiento es clave. En este sentido, los especialistas resaltaron durante el curso la importancia de que los pacientes mantengan una vida activa y realicen ejercicio de forma periódica, y en el caso de que comiencen a notar fluctuaciones, anoten las horas en que esto ocurre y en qué condiciones se repite para explicarlo con detalle a su médico y que este pueda realizar los ajustes necesarios en la medicación.

Es bueno que los pacientes de Parkinson estén informados y conozcan que existen terapias de segunda línea que se utilizan cuando la enfermedad progresa y no se consigue un buen control de los síntomas. Esto es una ventana de oportunidad que los neurólogos jóvenes deben conocer para un abordaje temprano de los síntomas y para ayudar a favorecer la calidad de vida de los pacientes”, explica el coordinador del curso de la Sociedad Española de Neurología y AbbVie.

La Covid provoca retraso en el diagnóstico y empeoramiento de los síntomas

Los neurólogos destacan que la Covid-19 ha provocado consecuencias negativas para los pacientes de trastornos del movimiento, como el retraso en el diagnóstico de pacientes recientemente derivados al especialista a causa de la saturación asistencial, o un empeoramiento de los síntomas en un 66% de personas con enfermedad de Parkinson, según un estudio avalado por la SEN. A pesar de ello, los profesionales sanitarios también extraen conclusiones positivas del impacto de la pandemia.

La proliferación de las consultas vía telefónica y telemática ha propiciado que los especialistas se adapten a estos nuevos canales y sean capaces de tomar decisiones terapéuticas en base a la información obtenida por medios no presenciales. En palabras del doctor Mir Rivera, “esto nos ha abierto los ojos tanto a los neurólogos como a los pacientes, porque es un tipo de asistencia que puede ser complementaria a la actividad asistencial presencial. A pesar de ello, este especialista recalca que las consultas presenciales siguen siendo fundamentales para pacientes nuevos, que no se conocen, y a quienes se debe realizar un diagnóstico preciso en base a sus síntomas.