Tras la pandemia, la relación médico-paciente deberá avanzar en tecnología, innovación y digitalización para promover la teleasistencia, preservando la humanización y las necesidades concretas de cada persona con algún tipo de enfermedad para que se sitúen “por fin” en el centro del sistema y puedan interactuar y tomar decisiones corresponsables.
Así lo manifestó la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), Carina Escobar, durante la celebración de la décima edición de los Desayunos POP, bajo el título ‘La relación profesional-sanitario paciente: oportunidades y retos tras la pandemia’. Un encuentro contó con la participación del secretario general del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España (CGE), Diego Ayuso; la presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Olga Delgado; el asesor técnico del gabinete del Consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Serafín Romero; el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Familia y Comunitaria (semFYC), Salvador Tranche; y la propia presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), Carina Escobar.
Los expertos debatieron sobre cómo ha cambiado la forma en la que se comunican los profesionales sanitarios y pacientes con motivo de las nuevas circunstancias provocadas por la pandemia, así como las barreras que se encuentran ambos para establecer una relación adecuada que, además, fomente la corresponsabilidad, respetando la autonomía tanto del profesional sanitario como del paciente.
Durante su intervención, la presidenta de la POP destacó que la crisis sanitaria ha sometido a gran estrés al sistema sanitario, poniendo de manifiesto “carencias notables” a todos los niveles donde la gran mayoría de pacientes han tenido que ser atendidos a distancia, por teléfono principalmente, para realizar el seguimiento y atención de sus necesidades de salud. “Esta situación sobrevenida ha hecho que se utilicen los recursos telemáticos, en muchos casos, sin un protocolo establecido, pudiendo afectar esto a la calidad de la asistencia recibida y a los resultados en salud de los pacientes”, alertó Carina Escobar.
En este sentido, recordó que, según datos del informe ‘Impacto de la Covid-19 en las personas con enfermedad crónica’ de la POP, del 89% de los participantes que tuvieron consultas programadas en los centros sanitarios tras la finalización del primer estado de alarma por Covid-19, solo el 15% realizó las consultas exclusivamente de manera presencial y el 45,5% de forma mixta. Por otro lado, y debido al riesgo de exposición, el 27,5% de los participantes en el estudio optó por la realización de las citas por vía telefónica o telemática.
Desarrollar una digitalización real que reduzca la brecha digital en salud
Para Escobar, el cambio en el proceso asistencial debe verse como una oportunidad para el cambio, crecimiento y desarrollo, también para la relación profesional sanitario-paciente, pero para ello es importante abordar el “gran reto” de desarrollar una digitalización real que esté basada en criterios de calidad, eficiencia, innovación, equidad, igualdad y que abogue por reducir la brecha digital en salud. Además, en este punto destacó la necesidad de invertir en nuevas tecnologías y en desarrollar una formación continuada, no solo en nuevas herramientas digitales, sino en relaciones no presenciales, tanto a profesionales sanitarios como a pacientes para garantizar su seguridad.
“La innnovación tecnológica tiene que ir de la mano de la innovación en procesos y en cuidados para que realmente consigamos una medicina mas preventiva, proacctiva, adaptable y multidisciplinar. Tenemos que abordar la digitalización pensando en las necesidades de hoy y en las futuras, con el reto de dar respuesta a una sociedad mas envejecida y pluripatológica a la que se suma la soledad y problemas de salud mental”, subrayó la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes.
Por su parte, el secretario general del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España (CGE), Diego Ayuso, defendió que la pandemia ha provocado una reorganización de los servicios sanitarios que hay que abordar de una manera “accesible y cercana” para mantener el contacto cara a cara a través de las nuevas tecnologías teniendo en cuenta las prestaciones y necesidades que los pacientes demandan en cada momento y permitiendo realizar un seguimiento proactivo ya que, actualmente, es algo “impensable”.
En relación a esto, la presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Olga Delgado, recalcó que el reto está en conseguir una asistencia participativa, comunicativa y bidireccional que deje de estar “dictada” por el sistema sanitario y que atienda los problemas de los pacientes siempre que lo necesiten y no solo cuando tengan una cita médica. Asimismo, señaló que las nuevas tecnologías suponen una “gran” oportunidad para lograr la anisada continuidad asistencial entre los profesionales y los pacientes, que permita mejorar diagnósticos, tratamientos y reducir tiempos de espera.
Durante este encuentro online, el asesor técnico del gabinete del Consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Serafín Romero, abordó otro de los puntos clave para mejorar la relación médico-paciente: la inversión en nuevas tecnologías para que las videoconsultas se puedan compaginar con los encuentros presenciales mejorando la calidad de vida no solo de los pacientes, sino también de los profesionales sanitarios.
Asimismo, el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Familia y Comunitaria (semFYC), Salvador Tranche, indicó que, tras la pandemia, hay que desarrollar un abordaje asistencial con humanismo, que anteponga el bienestar de los pacientes y que dé respuestas en equipo a las necesidades reales de las personas con enfermedades, señalando que “el enfoque del sistema no debe ser la presencialidad, sino las necesidades de los pacientes y éstas no siempre deben ser atendidas en una consulta física”.