Un artículo de Esteban Gómez Suárez,
Presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Asturias (CODEPA)

A diario oímos hablar de innovación, de su importancia para el avance de nuestra sociedad. Nos asombramos con los grandes avances tecnológicos que pretenden hacernos la vida más fácil, mejor. Sin duda los avances científicos, el conocimiento y el mundo digital ponen ante nosotros, ante quienes cuidamos, un sinfín de posibilidades de mejora. Mejora de la atención a los ciudadanos, del cuidado de las personas dependientes o de la investigación en cuidados.

Sin embargo, no es frecuente encontrar enfermeras o cuidadores en equipos de desarrollo de proyectos de innovación o basados en tecnología. Las razones seguramente son variadas y van desde la baja concepción social del cuidado profesional, a la falta de oportunidad, pasando simplemente por la falta de conocimiento del talento y compromiso que una enfermera puede aportar en un equipo de innovación.

Por otro lado, aunque a diario las enfermeras manejamos tecnología puntera, no estamos acostumbradas a trabajar en este tipo de proyectos, y no siempre disponemos de las llamadas competencias STEAM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas), ni acceso a metodologías de fomento de la creatividad en el trabajo.

La falta de una cultura de la innovación interna y la falta de cultura externa de lo que las enfermeras pueden aportar, lleva a una enorme pérdida de oportunidades de desarrollo de programas y proyectos innovadores para el ámbito de los cuidados, y por tanto para mejorar la vida de las personas que cuidamos.

¿Cómo podemos salvar ese GAP? ¿Cómo podemos unir esas culturas tan distantes? En el Colegio de Enfermería de Asturias estamos muy concienciados con este problema y hemos desarrollado un programa innovador para generar una cultura de innovación en los cuidados. Lo hemos llamado Cuidalab: El laboratorio de los cuidados.

El Cuidalab es por tanto un entorno de pruebas, de experimentación y de encuentro alrededor de la innovación, la creatividad y sobre todo el cuidado de las personas. Desde aquí queremos generar sinergias, resolver viejos problemas con nuevas herramientas, echarle imaginación al cuidado resolviendo los retos que a día de hoy plantea el cuidado de las personas, la dependencia, la cronicidad.

Así que nos hemos ido allí donde se innova, en nuestro caso a la milla del conocimiento de Gijón, a un parque tecnológico, en el que, por cierto, nos han recibido con los brazos abiertos y en el que pronto el trabajo irá dando frutos de hibridar equipos de trabajo multidisciplinares en los que enfermeras, ingenieros, y otros profesionales apliquen Inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada, TICs, weareables, robótica, y otras tecnologías innovadoras para cuidar a las personas y a las comunidades.

Para eso es necesario un laboratorio de cuidados, para diseñar el cuidado en el futuro y para adaptarnos al mundo que viene, lleno de oportunidades y retos en los que las enfermeras tenemos mucho que aportar y crear.