La habilidad lectora es uno de los procesos que puede conservarse hasta fases avanzadas de la demencia. Además, la lectura contribuye a conservar las funciones cognitivas, tal y como apuntan los expertos de Ace Alzheimer Center Barcelona.

Desde esta entidad innovadora y referente en España en investigación de la enfermedad, se resalta que fomentar el hábito de la lectura entre las personas con Alzheimer es clave para trabajar el lenguaje y la memoria y, además, contribuye a conservar las funciones cognitivas.

La habilidad lectora es uno de los procesos que las personas con demencia pierden más tarde, sin embargo, como afirman desde Ace, es habitual que se vaya abandonando esta práctica por el esfuerzo que les supone seguir el hilo del relato y mantener la atención en la lectura. Por este motivo, se recomienda a los familiares y a los cuidadores de personas con demencia acompañarles en la lectura y utilizar un libro, un diario o escribiéndoles, por ejemplo, un texto breve y con letra clara.

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La habilidad lectora es uno de los procesos que puede conservarse hasta fases avanzadas de la demencia

En este contexto, América Morera, subdirectora de la Unidad de Atención Diurna de Ace, subraya los beneficios que aporta la lectura entre las personas con Alzheimer y la importancia de hacer que sea una actividad agradable.

Morera asegura que «si adaptamos las lecturas a las necesidades e intereses de la persona con Alzheimer podemos conseguir que esta actividad les resulte atractiva e, incluso, que les permita recordar aspectos o emociones vitales«. Y añade que «es fundamental que la persona afectada y el familiar puedan compartir momentos de ocio en los que ambos puedan disfrutar de la actividad sin que se convierta en un trabajo adicional».

Programa de Psicoestimulación Integral

En Ace Alzheimer Center Barcelona ofrece un Programa de Psicoestimulación Integral (PPI) desde hace más de 25 años, a través del cual los usuarios realizan talleres y actividades en grupo para trabajar sus capacidades físicas, intelectuales y sociales. La lectura, el ejercicio físico, la música o el arte son algunos de los elementos que desde la Unidad de Atención Diurna se utilizan como herramientas para la estimulación de sus capacidades y también de sus recuerdos.

En paralelo a este programa, los expertos aconsejan a los familiares y cuidadores tener en cuenta los siguientes aspectos a la hora de realizar la actividad, en función del estado de la enfermedad:

  • Conservar la mecánica de la lectura
    Si la persona ha disfrutado de la lectura previamente a la enfermedad, con un poco de ayuda podemos conseguir que siga disfrutando de ello, pero si no ha sido muy lector o lectora, es importante que no pierda la mecánica.
  • Leer en voz alta y adecuar la actividad
    En todas las fases de la enfermedad es aconsejable la lectura en voz alta, ya que ayuda a fijar la atención en la actividad, vocalizar y tener un buen ritmo.

    En fase leve, la persona puede leer relatos cortos o con pocos personajes y tramas sencillas, cuentos o noticias en la prensa. En el caso de una novela, puede ser de gran utilidad realizar un breve resumen verbal de los capítulos anteriores o bien apuntar los nombres y características de los personajes y guardarlo dentro del libro, por si la persona necesita un recordatorio.

    En fase moderada, es aconsejable leer textos de poesía, fábulas o historias cortas que tengan pocos personajes.

    En fase avanzada, es importante optar por la lectura de palabras o frases escritas con claridad. Las personas que se encuentran en esta fase suelen reaccionar positivamente a refranes, dichos populares y a la lectura de textos que tengan un significado para ellos y que los trasladen a una vivencia propia.
  • Hacer que la experiencia sea agradable
    Maribel Vera, terapeuta ocupacional de la Unidad de Atención Diurna, recomienda facilitar herramientas a las personas con demencia para hacer que la lectura sea una experiencia agradable. «Es aconsejable que, a medida que lean, anoten en una libreta las acciones que vayan sucediendo durante la lectura. Así, cada vez que coja el libro puede consultar sus anotaciones y no tendrá la sensación de no saber qué está leyendo o de perder el argumento y, al mismo tiempo, hará más completa la actividad «.
  • Escoger el tema y el género según sus intereses
    Vera propone escoger los autores preferidos de las personas afectadas, aunque sean lecturas ya realizadas, pero asegura que «es importante estar atentos a los síntomas que muestra la persona y evitar que la lectura incida. Es decir, si entre los síntomas que muestra la persona está la agitación o la desconfianza, hay que evitar la novela negra o policíaca”.
  • Actividad conjunta
    Siempre que sea posible, es aconsejable que realicen la actividad acompañados para potenciar sus efectos beneficiosos. Según Vera, «leer acompañados nos permitirá comentar el argumento, hablar de los personajes o los recuerdos que nos despierta la lectura y, en caso de que la reacción no sea positiva, detener la actividad».