Los resultados del proyecto piloto del Gizarea, el nuevo modelo de atención centrado en las relaciones que la Diputación Foral de Álava quiere implementar en las residencias para personas mayores, demuestran que favorece el menor consumo de psicofármacos por parte de los residentes, y la mejora del bienestar de profesionales y familiares.

Esta experiencia piloto se desarrolló desde octubre de 2021 hasta junio pasado en un módulo de la residencia Lakua, en el que residen 23 personas con una media de 85 años de edad y perfil psicogeriátrico, con elevados índices de dependencia, fragilidad avanzada y demencia grave.

“Los resultados han sido muy buenos y ello nos anima a extender la implantación del modelo a otras residencias”, afirmó el diputado foral de Políticas Sociales, Emilio Sola, durante la presentación de los resultados.

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El modelo de atención Gizarea, impulsado por la Diputación Foral de Álava, favorece el menor consumo de psicofármacos entre residentes y mejora el bienestar de profesionales y familiares

Así, en las personas residentes, se observa la mejora en algunos indicadores indirectos de calidad de vida, como en el nivel de fragilidad, y, especialmente, en la disminución de la necesidad de psicofármacos. Por otra parte, en las familias se aprecia un mayor bienestar emocional y una mayor satisfacción con los cuidados que reciben los familiares ingresados. Y, en el equipo profesional, es notable la disminución de la sensación de estrés y de presión laborales, y aumenta la sensación de bienestar emocional.

Tal y como resalta el diputado foral de Políticas Sociales, el modelo de atención Gizarea, “va más allá de la atención centrada en la persona, para estar centrada en las relaciones entre profesionales, familiares y residentes”. En esta primera fase, dirigida a personas con demencia avanzada “que no pueden expresar su deseos ni necesidades”, Gizarea busca “una mayor implicación de las familias en los cuidados, una mayor implicación emocional de las y los profesionales, y una mejora en el bienestar de personas usuarias, trabajadoras y familias”, indica Emilio Sola.

El proceso comenzó con la formación de profesionales y familiares, por separado, pero sobre todo de forma conjunta, “lo que supone un aspecto innovador. Esta formación ha conseguido fomentar otro tipo de relaciones, mucho más cercanas, afectivas, y empáticas, destaca el diputado foral.

Reducción del consumo de psicofármacos y menor fragilidad

Desde el inicio de la puesta en marcha del modelo Gizarea se aprecia, especialmente a juicio de las familias, una disminución de la sintomatología conductual, con una reducción importante de la administración de psicofármacos (antidepresivos, ansiolíticos, hipnóticos y neurolépticos) si es que se necesitaban, y que se ha visto confirmada en junio con una menor pauta de estos fármacos.

Así, se han disminuido dosis o suprimido totalmente estos fármacos en el 54% de las personas. Asimismo, se ha reducido el índice de fragilidad, es decir, de pronóstico vital, pasando de una fragilidad avanzada a una fragilidad moderada.

La satisfacción de las familias con los cuidados ha crecido de 26,8 a 29 puntos (sobre un máximo de 30) y, en cuanto a su bienestar emocional, han aumentado las emociones positivas y se han reducido las negativas, así como la sensación de soledad.

Menor estrés y mejora el bienestar emocional

Respecto al l personal sociosanitario, el índice de estrés laboral se ha reducido en 12 puntos porcentuales y su severidad, en 15 puntos. El índice de presión laboral ha caído en 13 puntos y su severidad se ha desplomado en más de 21 puntos. En cuanto a su bienestar emocional, la puntuación global ha pasado de 7,4 (sobre diez) a 7,88. Destaca la sensación creciente de compromiso con el trabajo y de significado del mismo y, en especial, las emociones positivas generadas.

A juicio de Emilio Sola, “estos datos demuestran que estamos haciendo un proyecto muy serio, que creemos que tendrá mucho recorrido en nuestras residencias, y que mejora la calidad de vida de profesionales y familiares. Y que esta construcción y mejora de las relaciones parece mejorar la calidad de vida en las personas residentes, especialmente, en la necesidad de fármacos”.

Dado este positivo balance inicial, a Diputación Foral de Álava continuará desarrollando el modelo Gizarea en todas sus vertientes y recursos. El siguiente paso del modelo Gizarea dentro de la residencia Lakua es crear estructuras internas nuevas entre familiares y profesionales, para actuar en las fases de acogida en el centro y de higiene de las personas mayores.

Además, este proyecto se extenderá en los próximos meses a un segundo módulo de Lakua, y a las residencias Etxebidea, para personas con discapacidad intelectual severa, y Ajuria, para personas mayores, así como a la residencia Arabarren, cuyas plazas serán todas concertadas con la Diputación Foral y que se abrirá próximamente.