Las temperaturas frías propias del invierno influyen de forma negativa en las articulaciones, que juegan un papel fundamental en el sentido del equilibrio. Esto es especialmente relevante en las personas mayores de 65 años, que sufren frecuentemente, además, complicaciones articulares debido a la existencia de posibles daños originados por el desgaste a causa de la edad.

Tal y como señala Alberto Badás, marketing manager de Stannah España, compañía especializada en soluciones de movilidad, “es cierto que los problemas articulares afectan a gran parte de la población mayor de 65 años, pero se agrava con las temperaturas bajas. Y es que, tanto el frío como la humedad provocan un mayor entumecimiento en los músculos que se traduce en contracturas y dolores. Por eso, la sensación del conocido ‘dolor de huesos’ es mayor en estos días gélidos”.

geriatricarea articulaciones
Se debe mantener un estilo de vida activo en cualquier época del año, pero especialmente en invierno, cuando las temperaturas llevan a una vida más sedentaria

Uno de los aspectos clave para mejorar el sentido del equilibrio es cuidar y fortalecer las articulaciones. Consciente del efecto negativo que ejerce el frío en ellas, Stannah España recomienda cuidar las articulaciones este invierno para mejorar el sentido del equilibrio siguiendo estos tres consejos:

  • Vida activa
    Se debe mantener un estilo de vida activo en cualquier época del año, pero especialmente en invierno, cuando las temperaturas llevan a una vida más sedentaria. En ese sentido, fortalecer todas las articulaciones es vital, pero los tobillos son un soporte fundamental para el equilibrio funcional.
    Para evitar el frío fuera de casa, es aconsejable realizar ejercicios dentro de la propia vivienda. Por ejemplo, andar de puntillas y talón alternadamente, durante unos metros sin forzar demasiado la zona, resulta muy útil y puede ajustarse a la resistencia individual. Igualmente, sostenerse con una pierna o rotar las articulaciones en círculos concéntricos son buenas opciones.
    Además, según recoge la Guía de Prevención de Caídas de Stannah, “estar activamente involucrado en una actividad física también puede dar la confianza perdida, por ejemplo, después de una caída, ya que ayudará a combatir el miedo de volver a caerse”.

  • Adaptar la vivienda
    Es importante adaptar la vivienda al frío para disponer de espacios más cálidos para que la temperatura afecte lo menos posible a las articulaciones. Sin embargo, también es importante adaptarla a nivel movilidad. Y es que, en muchas ocasiones, a pesar de los ejercicios y el cuidado, es complicado realizar tareas a priori sencillas, como subir escaleras.
    En ese sentido, contar con soluciones como elevadores verticales o sillas salvaescaleras dentro de la propia vivienda, hace que no sea necesario forzar todavía más las articulaciones en tareas del día a día.

  • Calor en las zonas con más dolor
    Para aliviar la rigidez que se produce por el frío, lo ideal es contrarrestar la sensación aplicando calor en las zonas en las que se sienta mayor dolor. Se puede administrar de diferentes formas, desde una manta eléctrica, hasta una simple toalla mojada con agua bien caliente.

Estos consejos resultan beneficiosos para los mayores de 65 años. Su utilidad no es otra que la de mejorar la calidad de vida de esta parte de la población que con el paso de los años ve reducida, en gran parte de los casos, su movilidad, lo que impide realizar ciertas tareas”, señala Alberto Badás, marketing manager de Stannah España.

Es importante mejorar su movimiento, pero también conocer los límites de cada uno y adaptar los espacios si fuera necesario con el objetivo de hacer que su día a día resulte lo más sencillo posible, sin trabas que le impidan realizar ciertas tareas”, concluye.