La detección y diagnóstico precoz de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es fundamental, ya que 9 de cada 10 personas que padecen esta patología crónica no lo saben. La Enfermedad Renal Crónica es un importante problema de salud pública mundial, que afecta a más de 850 millones de personas, lo que se traduce a más de 1 de cada 10 adultos.

En España, la tasa de prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica con necesidad de tratamiento renal sustitutivo (diálisis o trasplante renal) se sitúa en torno a 1.363 pacientes por millón de población (pmp), mientras que a nivel mundial el número medio de personas con tratamiento renal sustitutivo son 759 por millón población (pmp), según los últimos informes.  

Se trata de una enfermedad asintomática en sus primeros estadios y, que se estima, se convertirá en la quinta causa de muerte a nivel mundial en 2040. Las personas con ERC tienen una esperanza de vida reducida, con una pérdida promedio de 25 años en etapas avanzadas en comparación con las personas con una función renal normal.

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La Enfermedad Renal Crónica es una enfermedad asintomática en sus primeros estadios que se convertirá en la quinta causa de muerte a nivel mundial en 2040

Los sistemas cardiovascular, renal y metabólico están tan estrechamente relacionados que un sistema puede afectar directamente a otro. La disfunción de un sistema puede extenderse a otros, lo que da lugar a la progresión de enfermedades concomitantes como la ERC, la diabetes de tipo 2 (DM2) y la insuficiencia cardíaca (IC), lo que a su vez aumenta el riesgo de muerte de origen cardiovascular e insuficiencia renal. 

Más de un tercio de los casos de ERC son atribuibles a afecciones metabólicas como la diabetes, siendo la presión arterial alta el predictor más importante en los diabéticos que desarrollan ERC. Además, cerca del 30% de los pacientes con ERC también sufren insuficiencia cardiaca.

En este contexto, el Dr. Joaquín Manrique Escola, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Navarra, advierte que «ante la Enfermedad Renal Crónica la prevención es fundamental. Es muy importante realizarse análisis, chequearse la función renal y ser capaces de detectar esas personas que son subsidiarias de tener un seguimiento, de ver una evolución y de un tratamiento específico de la enfermedad renal».

Este experto señala que «un 10% de la población puede estar afectada y el gran inconveniente de la enfermedad renal viene siendo que es una enfermedad silente, que no cursa con síntomas o que no somos capaces de interpretarlos hasta estadios muy avanzados».

Prevenir eventos adversos asociados a la Enfermedad Renal Crónica

La detección, el diagnóstico y el manejo adecuados de la ERC son necesarios para prevenir eventos adversos asociados a la enfermedad. Las enfermedades renales también aumentan el riesgo de padecer alguna de las enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos, problemas que pueden aparecer lentamente a lo largo del tiempo.

La detección y el tratamiento precoz pueden evitar que la Enfermedad Renal Crónica progrese y se transforme en un fracaso renal, lo que trae consigo la necesidad de diálisis o trasplante renal. En este sentido, es fundamental que los pacientes entiendan la importancia de cuidarse y mantener un estilo de vida saludable. 

En este sentido, Juan Carlos Julián, director de la Federación Nacional de Asociaciones para la lucha contra las enfermedades del riñón (ALCER), indica que «evitar el deterioro de los riñones y reducir el riesgo de complicaciones es posible, para ello es importante seguir las prescripciones del médico especialista, así como las recomendaciones nutricionales y de ejercicio físico. De esta forma, se puede ralentizar o incluso evitar el fallo de los riñones, sobre todo en personas con alto riesgo de Enfermedad Renal Crónica como lo son los pacientes diagnosticados con diabetes, hipertensión, insuficiencia cardiaca, obesidad, entre otras patologías asociadas«.

«Sin embargo, conocer que podemos ser personas en riesgo de padecer Enfermedad Renal Crónica es el primer paso para poder establecer hábitos de cuidados que eviten la progresión de esta enfermedad», concluye