Un artículo de La Vostra Llar

En las residencias y centros de día La Vostra Llar se aplica el Método Montessori como terapia alternativa para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, tales como el Alzheimer o el Parkinson, entre otras.

Las actividades Montessori se basan en el desarrollo de las habilidades motrices finas, la concentración y la construcción de la autoestima. Mediante actividades de estimulación cognitiva, se persigue restaurar aquellas capacidades necesarias para conservar cierta autonomía e independencia en las actividades de la vida diaria.

Además, se trata de un método de estimulación especialmente indicado para demencias severas y, por lo tanto, para trabajar a nivel individual o con grupos muy reducidos.

Método Montessori en las residencias de ancianos

En sesiones de alrededor de treinta minutos, se realizan ejercicios sencillos, ajustados a las necesidades de cada residente, empleando distintos objetos que les resultan fácilmente reconocibles (cubiertos, legumbres, flores, etc.), y que les ayudan a mejorar de forma progresiva.

Es por eso que el desarrollo de este tipo de talleres genera consecuencias positivas en las personas mayores:

  • reduce su nivel de ansiedad
  • disminuye su agresividad
  • mejoran sus niveles de interacción y comunicación con el resto de residentes del centro

En las residencias La Vostra Llar se realizan las siguientes actividades y talleres aplicando el Método Montessori:

  • Actividades de cuidado personal para mejorar los hábitos de higiene y cuidado personal.

  • Talleres para potenciar la motricidad fina, evitar su deterioro y mejorar la coordinación motriz. Gracias al desarrollo de actividades en las que los residentes tienen que trabajar con las manos, mejoramos su concentración y mantenemos o recuperamos la coordinación y la destreza manual.

  • Actividades de discriminación sensorial para reconocer e identificar estímulos e interpretarlos asociándolos a experiencias anteriores.

  • Actividades de cuidado del entorno para potenciar el sentimiento de responsabilidad y valorar la importancia del cuidado de todo lo que les rodea.

  • Se potencia el desarrollo de determinadas tareas domésticas (doblar y tender la ropa, poner la mesa, etc.). Tareas que, a pesar de sus limitaciones, como consecuencia de la edad o por el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, pueden continuar realizando con el objetivo de mantener activas sus capacidades.

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Las actividades Montessori se basan en el desarrollo de las habilidades motrices finas, la concentración y la construcción de la autoestima

A veces, en el caso de las personas mayores, infravaloramos sus capacidades y hacemos por ellos cosas que podrían hacer por sí mismos. De ahí que darles la oportunidad de realizar estas tareas puede marcar una importante diferencia en su percepción de sí mismos y en su estado de ánimo.

Los factores clave para conseguir un resultado exitoso en una actividad son los siguientes:

  • Repetición
  • Refuerzo Positivo
  • Inclusión de los cinco sentidos, en la medida que sea posible, para el desarrollo de la actividad o taller.

Así mismo, la aplicación del Método Montessori hace que los mayores no se sientan como «residentes» pasivos, sino como una parte importante del centro residencial.

Entre sus beneficios, hay que destacar que:

  • Mejora su autoestima y se sienten valorados.
  • Interactúan más con los demás, hablan de las tareas que han realizado…
  • Cada día se levantan pensando que tienen algo que hacer, que tienen un propósito.
  • Este método promueve la autonomía, independencia e iniciativa. A su vez, fomenta la capacidad de elegir, potencia el desarrollo de la voluntad y la autodisciplina.

Se realizan actividades significativas para la persona que se basan en las habilidades y capacidades que aún conservan. De esta manera nos aseguramos de que siempre tengan éxito en la tarea que desempeñan.

En definitiva, estas actividades siempre deben ser interesantes, estimulantes y sugestivas para la persona que las va a realizar. Además, las personas con dolencias neurodegenerativas necesitan tener una rutina, sentirse realizados, sentir valía personal, expresar sentimientos y pensamientos, etc.