geriatricarea Javier Perez Asenjo Ubikare


Un artículo de Javier Pérez Asenjo,
director médico y cofundador de Ubikare

El sistema sociosanitario debe responder a una complejidad sanitaria cada vez mayor en los usuarios que atiende. Somos una sociedad cada vez más enferma: cada año aumenta el número de enfermos, que debutarán con una enfermedad crónica antes y vivirán más tiempo enfermos.

Las enfermedades no transmisibles suponen actualmente la mayor carga en el sistema sanitario y sociosanitario, especialmente las enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.

Esto se debe a dos aspectos fundamentales: el incremento de factores de riesgo en la población (hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad, sedentarismo, estrés, etc.) determina un aumento en la incidencia de enfermedades crónicas, y por tanto, de comorbilidad en todas las franjas de edad. Además, debido al avance en los diagnósticos y tratamientos médicos, que impacta en la mortalidad de estas enfermedades crónicas, vivimos más tiempo enfermos/as (prevalencia).

El sistema sanitario debe dirigir más esfuerzos en la prevención primaria (evitar que aparezcan las enfermedades) y no sólo actuar en la prevención secundaria (tratar las enfermedades para evitar complicaciones y muerte). No vale con tratar bien la enfermedad cuando se presenta, hay que evitarla. No existe ningún sistema sanitario en el mundo que pueda gestionar con éxito la salud poblacional debido a este incremento de enfermedades crónicas.

geriatricarea sistema sanitario
El sistema sanitario debe dirigir más esfuerzos en la prevención primaria y no sólo actuar en la prevención secundaria

Se está produciendo una era dorada de innovación en forma de nuevas tecnologías como la terapia génica, la cirugía mínimamente invasiva, la inmunoterapia y el impacto cada vez mayor de la IA en el diagnóstico y el desarrollo de fármacos. No podemos permitir que estos extraordinarios avances tecnológicos nos cieguen y nos olvidemos del medicamento milagroso, que tenemos justo frente a nosotros: nuestros comportamientos cotidianos.

Cinco hábitos diarios son la clave de este «fármaco milagroso»:

  • dormir bien
  • una dieta equilibrada
  • ejercicio regular
  • gestión del estrés
  • una vida social activa

Los datos son espectaculares: la atención médica representa sólo aproximadamente entre el 10% y el 20% de los resultados de salud, mientras que nuestros hábitos de vida suponen el 36% de los resultados. ¿Qué significa eso en términos de nuestra salud? Según la ONU, la combinación de mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente, una dieta saludable y no fumar puede reducir el riesgo de desarrollar las enfermedades crónicas más comunes y mortales hasta en un 80%.

Para cambiar verdaderamente la atención médica, junto con el poder de los medicamentos y las tecnologías que salvan vidas, debemos centrarnos en el poder de los hábitos transformadores de vidas dentro de cada uno de estos comportamientos fundamentales. Porque si bien la asistencia sanitaria es episódica, la salud en sí es continua. La salud es lo que sucede entre las visitas al médico.

Pero más allá de los “deberes” del sistema sanitario o de nuestra población en general, para la atención sociosanitaria, esta complejidad clínica o médica del paciente, se acompaña además de un incremento progresivo de factores de fragilidad y dependencia. No debemos olvidar la fragmentación de los servicios prestados, una falta de integración con el sistema de salud y la escasez de recursos humanos y tecnológicos.

Esta falta de profesionales sanitarios en la atención de personas con alta complejidad clínica, que forman parte de la atención sociosanitaria, es especialmente difícil de gestionar sin una integración de sistemas o herramientas que ayuden en la toma de decisiones.

Desde Ubikare, hemos creído desde el principio en la necesidad de hacer participar a la persona de su propia salud, e integrar a la familia dentro del ecosistema de cuidados (corresponsabilidad). Las intervenciones no medicamentosas tienen un impacto muy significativo en la salud de cualquier persona independientemente de su condición de salud.

Por eso, generamos las llamadas intervenciones universales personalizadas que dividimos en tres grandes grupos:

  • Alfabetización en salud
    Creación de «pacientes expertos» con un programa informativo/formativo personalizado a los problemas de salud que presenta cada persona.
  • Intervención en hábitos de vida
    Con módulos específicos de estimulación cognitiva, educación física o adaptación del hogar.
  • Mejora de los cuidados
    Técnicas en la realización de las actividades básicas de la vida diaria, que identifica y personaliza una situación de autocuidados, ayuda parcial y dependencia completa, permitiendo unas técnicas adecuadas en el hogar para cualquier perfil: cuidadores formales o informales y personal del SAD.

En el proyecto CAREMATRIX dimos un paso adelante, con la adquisición de datos desde la propia persona o su ecosistema de cuidado. Nuestro objetivo es estratificar, caracterizar y monitorizar a cada individuo, eliminando la necesidad de dedicar horas de profesionales sanitarios o sociosanitarios a esta tarea.

CAREMATRIX es un proyecto de compra pública precomercial europea (CPP) bajo el marco del programa Horizon 2020, que busca desarrollar soluciones de atención integrada diseñados para desafiar al mercado de la salud a través del desarrollo de tecnología innovadora para personas con multimorbilidad (PMM).

Los actuales sistemas de atención no integrativos y basados en procesos están diseñados para centrarse de manera eficiente en cada problema de salud de forma individual. Sin embargo, esto no refleja el mundo real al que se enfrentan las personas con multimorbilidad (PMM). Para ellos, esto supone una falta de coordinación y pérdida de oportunidades en sus procesos de atención con diferentes proveedores de servicios sociales, sanitarios y no asistenciales.

El resultado es que las personas con multimorbilidad se encuentran asistiendo a un número innecesario de visitas al médico con agendas y actividades que se superponen periódicamente. Esto es costoso y reduce la calidad de la atención brindada.

El enfoque de Atención Integrada se centra en una atención centrada en la persona, equitativa, eficiente, segura y coordinada. La evidencia muestra que mejora la satisfacción del paciente, aumenta la calidad percibida de la atención y mejora el acceso a los servicios, por tanto, el objetivo del proyecto era demostrar su validez para las personas con multimorbilidad.

Los ecosistemas de atención integrada deben ser proactivos a la hora de apoyar a las personas con multimorbilidad para abordar sus necesidades de atención sanitaria y social, y al mismo tiempo minimizar el uso y el gasto de los servicios. Por lo tanto, es importante que los proveedores de atención y los profesionales adopten consistentemente una visión holística de sus pacientes, no sólo desde el punto de vista del diagnóstico, sino también según las condiciones familiares y del hogar. Los síntomas basados en enfermedades complejas que interactúan pueden planificarse y tratarse de manera integral.

Iker Pérez de Albeniz, director de innovación de Ubikare opina que «este proyecto nos ha permitido conocer de primera mano modelos organizativos como el nórdico, donde hay mayor integración, al menos administrativamente, entre atención primaria y servicios sociales, al ser ambos de ámbito municipal, donde creíamos que nuestra aproximación, que hace efectiva la integración de ambos sistemas, tendría una muy buena aceptación, como así ha sido».

La caracterización clínica de síntomas y signos de cada patología, nos permite tener una imagen clara del impacto clínico de dicha enfermedad y permite la estratificación clínica y funcional de los pacientes.

La monitorización de dichos signos y síntomas, nos permite la identificación precoz de descompensaciones con el objetivo de realizar un tratamiento domiciliario o ambulatorio, y así disminuir la atención hospitalaria (urgencias u hospitalización).

Como continuación del proyecto CAREMATRIX, Ubikare está llevando a cabo un nuevo estudio clínico para validar estas hipótesis. Recientemente hemos recibido el visto bueno del comité de ética y ya hemos iniciado la fase de reclutamiento de pacientes con comorbilidad:

  1. Capacidad de identificar descompensaciones precozmente para evitar la necesidad de atención hospitalaria.
  2. Impacto (calidad de vida y funcionalidad) de las intervenciones no medicamentosas.

Los resultados de este estudio estarán disponibles en junio de 2026.

Creemos firmemente en la necesidad de integrar al paciente y su ecosistema en el tratamiento y cuidado de su propia salud. Posibilitar la integración de profesionales (sanitarios o sociosanitarios) y ayudar en la toma de decisiones en pacientes y cuidadores, para mitigar la crisis actual del sistema sanitario.