Contar con personas mayores en la familia cuando llega el verano y, por tanto, las vacaciones, implica tener en cuenta unas cuantas recomendaciones para que ellos también puedan disfrutar de las vacaciones sin poner su salud o bienestar en riesgo por los efectos del calor extremo.

Las altas temperaturas suponen un riesgo para las personas mayores, que son menos capaces de adaptarse al calor y pueden deshidratarse con más facilidad. Además, los cambios en la rutina o los desplazamientos prolongados pueden generar ansiedad o desorientación si no se gestionan adecuadamente. Por ello, se debe planificar con antelación, de modo que se priorice su tranquilidad en todo momento.

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Las altas temperaturas del verano ponen en riesgo la salud de las personas mayores

Las vacaciones son un periodo clave para reforzar los vínculos familiares, especialmente con la población mayor, que valora mucho el tiempo compartido. Sin embargo, es importante adaptar los planes para que se sientan cómodos, seguros y partícipes en todo momento», comenta Miryam Piqueras, directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores.

Esta especialista también señala que es fundamental «escuchar sus necesidades, fomentar su autonomía dentro de sus capacidades y prevenir riesgos asociados al calor o al esfuerzo físico excesivo”. “Se han de descartar los planes que impliquen largas caminatas bajo el sol o actividades demasiado intensas. Existen muchas alternativas de ocio cultural, gastronómico o relacionadas con la naturaleza que se pueden disfrutar en horarios adecuados y en entornos accesibles”, añade Miryam Piqueras.

Desde Sanitas Mayores ofrecen unas recomendaciones para organizar las vacaciones para prevenir los efectos de las altas temperaturas en la salud de los mayores:

  • Optar por destinos accesibles y tranquilos
    Escoger lugares sin aglomeraciones, con buena comunicación sanitaria, sombra natural y zonas para descansar, así facilitar la participación de los mayores y evitar situaciones de estrés físico o emocional.

  • Evitar las horas centrales del día
    Entre las 12:00 y las 17:00 las temperaturas alcanzan sus niveles más altos. De ese modo, se aconseja realizar actividades a primera hora de la mañana o al caer la tarde, y dejar las horas de más calor para el descanso en interiores.

  • Hidratación y alimentación ligera
    Es fundamental llevar agua, al igual que consumir alimentos ricos en agua como frutas y verduras. Por el contrario, deben descartarse las comidas copiosas o difíciles de digerir para combatir las altas temperaturas.

  • Proteger la piel y los ojos del sol:
    Utilizar crema solar de alta protección, gafas con filtro UV, sombreros y ropa ligera de colores claros durante las excursiones es importante para minimizar el riesgo de quemaduras, insolación o fatiga térmica.

  • Respetar los tiempos de descanso y las rutinas:
    Los mayores deben mantener horarios regulares para las comidas y el sueño, ya que alterar estos hábitos puede generar malestar o confusión, especialmente en aquellos con deterioro cognitivo.

Por último, la directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores advierte que “antes de iniciar cualquier viaje, es conveniente realizar una revisión médica con el profesional de confianza, ya sea de manera presencial o a través de videoconsulta. De esta manera se podrá revisar la medicación o ajustar cualquier tratamiento si fuera necesario, lo que garantizará que la persona mayor se encuentra en condiciones óptimas para disfrutar del verano”.