La Diputación de A Coruña ha presentado las Casas de Acompañamiento a Mayores (CAM), un innovador modelo residencial inspirado en el norte de Europa que busca garantizar cuidados de calidad sin desarraigar a las personas mayores de su entorno. La iniciativa arrancará con la construcción de tres centros en As Pontes, Órdenes y Rianxo.

La Diputación de A Coruña ha presentado su nuevo modelo residencial para personas mayores: las Casas de Acompañamiento a Mayores (CAM), una iniciativa pionera en Galicia que apuesta por un modelo público, próximo, sostenible y centrado en la persona.

El proyecto contempla la construcción inicial de tres centros en los municipios de As Pontes, Órdenes y Rianxo, que funcionarán como minirresidencias de última generación, pensadas para ofrecer cuidados de calidad sin alejar a las personas mayores de su entorno vital, social y afectivo.

El acto de presentación de Casas de Acompañamiento a Mayores contó con la presencia del presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso; el vicepresidente y responsable del área de Turismo, Xosé Regueira; la diputada de Política Social, Mar García Vidal; y el portavoz de la empresa Galigers, el doctor Miguel Ángel Vázquez, especialista en envejecimiento activo y modelos comunitarios de cuidados.

Galigers es la empresa encargada del diseño técnico del modelo, y colaboró con el equipo de Política Social de la Diputación en la elaboración del estudio de viabilidad, planificación asistencial y definición arquitectónica de las futuras CAM.

Según explicó Valentín González Formoso, se trata de un modelo alternativo al de las grandes residencias institucionalizadas, que rompe con la dinámica de concentración de plazas en ciudades y apuesta por centros de pequeño tamaño, integrados en el territorio, con atención profesional, tecnología de vanguardia y participación comunitaria.

El presidente de la Diputación destacó que este modelo «está pensado para evitar el desarraigo de las personas mayores, en atender a las personas mayores sin que tengan que abandonar su entorno vital, sus vínculos sociales y afectivos, ni su autonomía personal».

Las CAM se inspiran en modelos del norte de Europa y rompen con el esquema de las grandes residencias institucionalizadas, apostando por centros de pequeño tamaño integrados en la comunidad. Cada CAM tendrá un máximo de 59 plazas, distribuidas en unidades convivenciales de entre 14 y 16 personas, con espacios propios, cocina, zonas comunes, habitaciones individuales o dobles con baño privado y un equipo profesional permanente.

Además de la atención humana y profesional, las CAM incorporarán tecnología asistencial avanzada como sensores de presencia, sistemas de prevención de caídas, telemedicina, robótica de apoyo y herramientas de rehabilitación física y cognitiva.

El concierto autonómico permitirá garantizar el acceso al servicio a personas con pensiones bajas y facilitaría la ocupación sostenida de los centros. La concertación supondría también un refuerzo de la coordinación entre administraciones para avanzar hacia un sistema público gallego de cuidados más sólido, moderno y equitativo, señalan desde la Diputación de A Coruña.