Con motivo de la celebración del el Día Internacional de la Podología, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos se pone en valor el papel esencial de esta profesión para la salud de las personas y reivindica una participación mayor en la sanidad pública, donde la presencia es testimonial o nula en las diferentes comunidades autónomas.
Durante décadas, la atención a los pies fue considerada una cuestión secundaria o meramente estética, tal y como indica el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (CGCOP). Sin embargo, hoy la podología, que agrupa a casi 10.000 profesionales en España, se ha consolidado como un pilar sanitario imprescindible, con funciones preventivas, diagnósticas y terapéuticas que contribuyen directamente a la salud integral de las personas.

En este sentido, Elena Carrascosa, presidenta del CGCOP, señala que “el podólogo no trata solo pies: atiende personas. Escucha, acompaña y busca soluciones que devuelven calidad de vida y bienestar”. “La asignatura pendiente es una participación mucho mayor en la sanidad pública, ya que la presencia de profesionales de la podología es casi testimonial en la mayoría de comunidades autónomas y nula en otras”, denuncia la presidenta de la organización podológica colegial.
Durante las últimas décadas, la podología en España ha vivido una profunda transformación. De unos estudios sin titulación universitaria específica se ha pasado a una formación universitaria completa, con grado, máster, doctorado y cátedra, que capacita para abordar patologías complejas, prescribir tratamientos de todo tipo, incluso farmacológicos, y realizar cirugía podológica.
«Gracias al esfuerzo de generaciones de profesionales, la podología ha alcanzado un reconocimiento académico, científico y sanitario pleno, y hoy forma parte esencial de un sistema de salud más eficiente y sostenible, basado en la prevención», afirman desde el CGCOP.
Prevención, tratamiento y mejora de la calidad de vida
En el ámbito de la prevención, el papel de los profesionales de la podología es clave en pacientes con diabetes, donde la detección precoz de lesiones puede evitar úlceras, infecciones o incluso amputaciones. También en la atención geriátrica, la intervención del podólogo ayuda a prevenir caídas y a mantener la autonomía de las personas mayores.
La profesión ha incorporado en los últimos años nuevas tecnologías y herramientas digitales que han revolucionado el diagnóstico y tratamiento de las patologías del pie en ocasiones con el apoyo de la inteligencia artificial: desde el análisis digital de la pisada y las plantillas 3D, hasta el uso del láser, la ecografía o las intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas.
“La podología avanza al ritmo de la ciencia, pero sin perder su esencia: la atención cercana y personalizada. Nuestro reto es integrar la innovación tecnológica sin dejar de lado el enfoque humano”, subraya Carrascosa.
En un contexto de envejecimiento poblacional y de creciente interés por la salud integral, “cuidar los pies es cuidar la salud global. Son el soporte de nuestra vida cotidiana y la base de nuestra autonomía y bienestar”, concluye la presidenta del CGCOP, desde donde se recalca la importancia de tomar conciencia de la importancia de la salud del pie y del papel fundamental que desempeñan los podólogos en la prevención, el tratamiento y la mejora de la calidad de vida de las personas.