España continúa avanzando hacia una sociedad cada vez más envejecida: una de cada cinco personas, es decir casi 10 millones, tiene ya más de 65 años. El envejecimiento de la población española continúa acelerándose, tal y como indica el informe ‘Un perfil de las personas mayores en España 2025’ del Departamento Población del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La proporción de mayores de 80 años alcanza el 6,1%, y los mayores de 90 años suman más de 650.000, evidenciando un proceso de sobre-envejecimiento que se acentuará con la llegada a la vejez de las generaciones del baby boom, señalan desde el CSIC. De hecho, las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (IN) indican que en 2045 la población mayor podría superar los 15,9 millones, lo que equivaldría al 29,2% del total de habitantes.
El informe ‘Un perfil de las personas mayores en España 2025’, impulsado desde la iniciativa Envejecimiento en red, también revela que en 2024 se alcanzó un nuevo máximo histórico de personas centenarias, con casi 16.000, de las cuales más del 80% son mujeres. La feminización de la vejez se mantiene como un fenómeno constante: entre los mayores de 65 años, las mujeres superan en número a los hombres en un 29,5%.
Población de 65 y más años, España 1908-2045

Fuente: Human Mortality Database (HMD). Life tables (1908-1997); Instituto Nacional de Estadística (INE). Estadística del Padrón continuo (1998-2020), Estadística continua de población (2021-2024) y Proyecciones de población (2025-2045)
La edad media de la población española ha seguido aumentando, situándose en 44,37 años, lo que consolida a España entre los países más envejecidos de Europa, un reflejo de las transformaciones demográficas y de la prolongación de la vida. También se constata un fenómeno en crecimiento: la presencia de más de medio millón de personas mayores extranjeras (5,1% del total de mayores), lo que evidencia que España sigue siendo un país atractivo para el retiro y la residencia en la vejez.
La esperanza de vida, entre las más altas del mundo
La esperanza de vida al nacer en España se mantiene entre las más altas del mundo, alcanzando en 2023 los 83,77 años, con 86,34 años para las mujeres y 81,11 para los hombres. La esperanza de vida a los 65 años también se sitúa en niveles elevados: 21,68 años adicionales de media, 19,56 para los hombres y 23,49 para las mujeres.
Sin embargo, la esperanza de vida en buena salud a los 65 años se mantiene en torno a 9,7 años, con una ligera diferencia de género: 9,5 años para las mujeres y 9,8 años para los hombres. Más de la mitad de los mayores de 85 años padece enfermedades crónicas, mientras que un 10,9% de los mayores de 65 años presenta limitaciones graves en su capacidad para realizar actividades cotidianas.
A raíz de estos datos, Julio Pérez Díaz, demógrafo del Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD-CSIC) y coordinador del informe ‘El proceso de envejecimiento de la población española’. plantea una cuestión centra «no solo cuántos años pueden esperar vivir las personas mayores, sino cuántos de esos años transcurrirán en buena salud. Este interrogante, clave para el bienestar individual, tiene también una dimensión pública, al incidir directamente en la planificación de los servicios sanitarios, sociales y de cuidados”.
Los hábitos de vida influyen de manera significativa en la salud: en el grupo de mayores de 65 años, un 47,2% de los hombres y un 36,4% de las mujeres presentan sobrepeso, y la actividad física regular se realiza en un 42,5% de las personas de 65 a 69 años, mientras que el sedentarismo afecta a un 38,5%.
“El mantenimiento de un peso saludable, la práctica regular de ejercicio físico y la ausencia de consumo de tabaco se consolidan como los principales factores de prevención frente a enfermedades crónicas y pérdida de autonomía funcional”, indica Diego Ramiro Fariñas, investigador del IEGD y coautor del informe.
Vivir mejor, con más salud y autonomía
Una de las novedades de este informe del del CSIC respecto al año anterior es que, en lugar de centrarse en la felicidad autodeclarada, la implicación de los mayores en tareas domésticas o el cuidado de personas dependientes, se ha analizado en profundidad:
- los cuidados a mayores dependientes proporcionados por servicios de ayuda a domicilio
- la discriminación percibida en el trato administrativo
- el uso del transporte público por parte de las personas mayores
En 2024, uno de cada cuatro hogares con personas mayores contaba con miembros en situación de dependencia, y solo un 38,4% de ellos recibía servicios de ayuda a domicilio. La financiación pública de estos servicios ha aumentado, pero más de 530.000 hogares siguen teniendo necesidades no cubiertas.
“En conjunto, los indicadores reflejan un país que vive más y mejor que nunca, pero en el que la salud en los años de vejez sigue siendo un ámbito prioritario de intervención pública. La promoción de estilos de vida saludables, el acceso equitativo a los servicios sanitarios y la atención a la cronicidad y la dependencia se consolidan como pilares esenciales para garantizar un envejecimiento activo y saludable en las próximas décadas”, señala Pérez Díaz.
El 7,7% de las personas mayores que han tenido contacto con la administración pública perciben discriminación, principalmente por edad o problemas de salud. Por otro lado, el 64% de los mayores de 65 años no son usuarios frecuentes del transporte público, destacando diferencias según sexo y disponibilidad local.
Los autores del informe ‘Un perfil de las personas mayores en España 2025‘ señalan que “el reto para los próximos años no será únicamente vivir más, sino vivir mejor, con más salud y autonomía durante una vida cada vez más larga”.