Con el objetivo de evitar, no solo conflictos familiares, sino también retrasos administrativos y costes innecesarios, es importancia de anticiparse y conocer los trámites legales que es necesario llevar a cabo cuando un familiar fallece, tal y como señalan desde onLygal, la compañía especializada en soluciones legales de protección jurídica y servicios legales, que ofrece unas recomendaciones legales a tener presente.
Los experto de onLygal recomiendan, por un lado, la utilización de instrumentos de planificación y protección de derechos que facilitan, llegado el caso, poder ejercer las propias voluntades. Ejemplos de ello son:
- el testamento vital (voluntades anticipadas)
- los poderes preventivos
- la autocuratela, que permiten decidir en pleno uso de facultades los deseos respecto a futuras cuestiones de salud o cuidados

Estas herramientas legales, además de garantizar el respeto a la autonomía y dignidad, evitan procesos judiciales innecesarios. Asimismo, aconsejan considerar la necesidad de tramitar ayudas por dependencia, enfermedad o incapacidad, o subvenciones para acondicionar la accesibilidad de la vivienda.
En lo que al legado de bienes se refiere, conviene realizar y actualizar el inventario patrimonial, incluyendo desde bienes inmuebles, cuentas bancarias, vehículos y otros activos, así como posibles deudas, para otorgar testamento ante notario, simplificando trámites y evitando muchos conflictos familiares y costes innecesarios. Es importante dar a conocer a los herederos su existencia y ubicación.
Por otro lado, y considerando la carga emocional del momento, desde onLygal ofrecen recomendaciones a los familiares sobre los diversos trámites necesarios tras el deceso. Entre otros destacan:
- Solicitar los certificados de defunción y de últimas voluntades
Es imprescindibles para cualquier trámite hereditario, y disponibles en el Registro Civil y Ministerio de Justicia, respectivamente. Mediante el certificado de últimas voluntades es posible comprobar si el fallecido ha emitido testamento ante notario o si, por lo contrario, se debe iniciar el proceso de declaración legal de herederos.
- Evaluar la aceptación o renuncia de la herencia
Conviene valorar el patrimonio neto pues, en algunos casos, aceptarla puede implicar asumir deudas. La aceptación puede ser pura y simple o a beneficio de inventario, protegiendo al heredero ante deudas desconocidas.
- Conocer los plazos legales
Existe un plazo de seis meses desde la fecha de fallecimiento para realizar la liquidación del Impuesto de Sucesiones, que pueden ser prorrogables si se solicita en los cinco primeros meses. Pasado dicho plazo, pueden aplicarse recargos e intereses.
- Contar siempre con asesoramiento profesional
Un abogado especializado en sucesiones o un notario, además de guiar a los herederos, puede evitar retrasos y errores costosos, especialmente en herencias internacionales o complejas.
Tal y como apunta Verónica Badillo, abogada de negocio de onLygal, “ninguna familia debería enfrentarse sola a los trámites que precisa el fallecimiento de un ser querido, máxime en unos momentos emocionalmente tan difíciles, pero también ninguna persona debería partir sin la tranquilidad de haber dejado todo resuelto. No hay tradición en España, pero anticiparse a estas gestiones es una forma de seguir cuidando a nuestros seres queridos y evitarles muchas complicaciones”.
Desde esta compañía recuerdan también que las familias enfrentan trámites legales y decisiones patrimoniales que no siempre cubren los seguros tradicionales, por lo que apuestan por transformar servicios enfocados en el deceso en soluciones que aporten valor durante todo el ciclo de vida y el legado del cliente.
Así, además de anticipar posibles conflictos legales para tomar decisiones informadas y evitar futuras complicaciones, sostienen que, en caso de darse dichos conflictos, es fundamental estar acompañado por un experto legal que defienda sus intereses tanto en procedimiento amistoso como judicial, si fuera necesario.
Asimismo, recalcan que es indispensable reforzar las soluciones de deceso con el asesoramiento legal a los beneficiarios para tramitar la gestión de bienes y voluntades en un momento tan delicado.