Con el objetivo de ofrecer información sobre la soledad no deseada en personas mayores y convertirla en conocimiento útil para la acción, Fundación Verisure ha puesto en marcha el proyecto Desoledad, una iniciativa para generar aprendizajes e impulsar nuevas maneras de actuar desde un espacio estable de investigación, diálogo entre expertos y acción transformadora.
Tal y como señalan desde Fundación Verisure, fundación corporativa de Securitas Direct y del grupo Verisure en España, la soledad no deseada en mayores es un fenómeno complejo y multifactorial que se produce cuando la soledad invade tanto la vida de una persona que se convierte en un malestar crónico. Se experimenta como un vacío impuesto, un silencio hostil, una ausencia dolorosa, o sencillamente una sensación de desazón o pena que no logra ser expresada en palabras. Pude adoptar formas diversas:
- Física: cuando se echa en falta personas alrededor
- Social: cuando son las redes de apoyo las que duelen por su ausencia
- Emocional: cuando es el acompañamiento profundo entre familia o amigos el que se echa en falta

Dado su creciente impacto, la soledad no deseada en mayores es un reto social y colectivo, y representa un desafío estructural con un impacto directo en la salud de millones de personas. Pero pese a su alta prevalencia es un fenómeno invisibilizado en las personas mayores debido a direentes factores factores:
- Género: los modelos tradicionales de masculinidad han asociado la expresión de vulnerabilidad o necesidad a una señal de debilidad
- Estereotipos: sobre el envejecimiento y la vejez vinculados al edadismo
- Estigma y tabú: en torno a reconocer la soledad no deseada como una debilidad, un fracaso personal o una falta de destrezas sociales
- Clase social o poder adquisitivo: en niveles socioeconómicos bajos hablar de soledad no deseada puede considerarse un lujo o, incluso, una frivolidad
Ante esta realidad, Desoledad busca ofrecer una mirada nueva sobre un problema que, por conocido, corre el peligro de caer en el olvido. Como parte activa del cambio, Desoledad fomenta este debate clave en instituciones, gobiernos y sociedad civil, y quiere dar respuesta a un problema que necesita una intervención urgente, innovadora y continuada.
Sus objetivos son:
- Integrar información y conocimiento sobre la soledad no deseada en mayores para impulsar la acción.
- Sensibilizar a la sociedad acerca de este problema como reto colectivo y ayudar a cambiar la mirada sobre las personas mayores.
- Ser un altavoz de estrategias e iniciativas ya en marcha para la prevención y mitigación de la cronificación de la soledad no deseada en mayores.
- Convertir se en un espacio vivo de participación con entidades y personas expertas procedentes de distintos ámbitos: académico, institucional y de intervención social, etc.
Tal y como señala Teresa Cabezón Rodríguez, responsable de Fundación Verisure, “Desoledad es un espacio vivo de colaboración y acción, en el que queremos que el conocimiento se transforme en compromiso y el compromiso en soluciones compartidas”.
El Informe Desoledad 2025 reúne conocimiento, voces expertas e historias que ayudan a dimensionar el reto de la soledad no deseada en mayores. Se trata de una invitación a la acción para prevenir más para mitigar menos, situando a la sociedad en un papel activo ante la soledad no deseada.
En su elaboración se ha recurrido a fuentes de referencia en la materia y a expertos y expertas en soledad no deseada en mayores procedentes de distintos ámbitos: académico, institucional y de intervención social, etc. También recoge estrategias e iniciativas ya en marcha para hacer frente a este reto colectivo.
Así, el informe identifica factores de riesgo, buenas prácticas y recomendaciones para prevenir la cronificación de la soledad no deseada en personas mayores y pone de manifiesto que la soledad no deseada en mayores no es un fenómeno homogéneo.
La llamada “nueva longevidad” plantea el reto de vivir más años con calidad, pero también con mayores riesgos de aislamiento, especialmente tras pérdidas significativas. Factores como el edadismo, la jubilación como ruptura de identidad, la brecha digital, la ruralidad o la crisis de los cuidados intensifican esta vulnerabilidad.
En cuanto a las acciones de mitigación, el informe identifica tres enfoques innovadores:
- el acompañamiento emocional con propósito, donde mayores y acompañantes desarrollan juntos proyectos significativos
- las actividades de sociabilización, adaptadas a los deseos y capacidades de cada persona
- el uso de tecnología con sentido, superando la brecha digital sin sustituir el vínculo humano