Aunque la Navidad se asocia a alegría, ilusión y reuniones familiares, para muchas personas es una de las épocas más complicadas del año donde la ausencia se magnifica y el dolor se reactiva. El llamado «síndrome de la silla vacía» se intensifica, reavivando el dolor y la nostalgia. Se estima que al menos, un 5% de la población en España (algo más de 2 millones de personas) afronta la Navidad en un proceso de duelo reciente, según datos del Observatorio SoledadES.
Con el objetivo de ayudar a sobrellevar el duelo en estas fechas señaladas, los psicólogos colaboradores de Enalta, filial de Grupo MAPFRE, recomiendan seguir estos cinco consejos:
1. Permitirse sentir todas las emociones
Estando en duelo, es fundamental permitirse sentir y validar las emociones, ya sea tristeza, rabia, apatía o nostalgia, sin juzgarse por ello. No existe una forma «correcta» de afrontar estas fechas sin un ser querido que ya no está. “Aceptar que la Navidad será diferente y que el dolor es una respuesta natural a la falta de los seres queridos que ya no están, es el primer paso para vivir el proceso de una forma más saludable”, afirman los expertos de Enalta.

2. Priorizar el autocuidado
El duelo es un proceso que consume gran cantidad de energía, y el estrés añadido de la Navidad, puede tener un impacto directo en la salud. Varias investigaciones internacionales y nacionales han correlacionado los estados de duelo prolongado y soledad con problemas de salud mental, un mayor riesgo de afecciones cardiovasculares o debilitamiento del sistema inmune.
Por ello, es indispensable cuidar la alimentación, asegurar un descanso adecuado, realizar ejercicio físico y, sobre todo, respetar los deseos propios. En este aspecto es importante, por ejemplo, establecer límites claros, como rechazar invitaciones o compromisos que puedan resultar incómodos o puedan remover sentimientos.
3. Adaptar las tradiciones
Existe una nueva realidad emocional, por lo que adaptar rutinas navideñas o planes es esencial para avanzar. Desde hacer un viaje fuera de la ciudad o el país, cambiar el lugar de las reuniones navideñas, reducir el número de compromisos sociales, hasta crear hábitos o rituales completamente nuevos.
4. Honrar la memoria
El trastorno del duelo prolongado afecta aproximadamente al 7-10% de las personas adultas que ha sufrido una pérdida. Precisamente, los expertos identifican la ausencia de ritos de despedida como uno de los factores de riesgo más significativos para desarrollar esta condición.
Por ello, actos como encender una vela, cocinar el plato favorito de la persona querida que ya no está o compartir anécdotas, no son solo un gesto simbólico, sino una herramienta recomendada para procesar la ausencia y reducir el riesgo de que el dolor se cronifique.
5. Buscar apoyo de familiares y profesionales
Aunque resulte difícil, es fundamental hacer el esfuerzo consciente de apoyarse en el círculo de confianza. Los psicólogos y los estudios sobre duelo en España confirman que sentirse acompañado y comprendido es un factor clave para prevenir que un duelo se complique.
Además, en este contexto, si bien el círculo de apoyo social es un pilar, la asistencia profesional ofrece un cuidado especializado que resulta esencial para una sana recuperación emocional.
“La presión social por estar feliz en Navidad es irreal para quien afronta una pérdida. El enfoque correcto no es ‘ignorar el dolor’, sino trabajar activamente con el recuerdo. Se trata de que la memoria de nuestro ser querido evolucione para convertirse en un lugar de afecto y serenidad, y no en un sufrimiento que nos impida avanzar”, afirman los expertos de Enalta.