geriatricarea radioterapia Raul Hernanz de Lucas

Un artículo del Dr. Raúl Hernanz de Lucas,
oncólogo radioterápico,
coordinador del Grupo de Patología Benigna (GOEPB) de SEOR

Desde su descubrimiento a finales del siglo XIX, la radiación ha tenido y tiene múltiples aplicaciones en nuestra vida diaria, tanto en el ámbito médico como en el industrial, en la agricultura o en la investigación, por poner algunos ejemplos.

Limitar el uso de la radiación como tratamiento a exclusivamente la patología oncológica es cerrar la oportunidad a otras múltiples patologías no tumorales que se pueden beneficiar de la misma. El miedo a la radiación, fundamentalmente basado en hechos históricos como la bomba de Hiroshima o el accidente nuclear de Chernóbil, hace que la población en general mire con cierto recelo a la radiación sin ser conscientes de su uso diario en nuestras vidas.

Dependiendo de múltiples factores, la radiación puede servir para hacer estudios de imagen o, como en el artículo que nos ocupa, tratar enfermedades que nada tienen que ver con el cáncer.

Ya desde su descubrimiento, se observó que a dosis bajas tiene un potente efecto antinflamatorio con una larga duración y sin efectos secundarios, por lo que fundamentalmente en los países centroeuropeos existe una larga experiencia en tratar procesos inflamatorios crónicos con dosis bajas de radiación con una mejoría importante en la calidad de vida de los pacientes.

geriatricarea radioterapia
La debe radioterapia ser tenida en cuenta en el tratamiento de un grupo muy numeroso y heterogéneo de patologías


Procesos como la artrosis degenerativa, que conllevan un proceso inflamatorio asociado, presentan una tasa de respuesta entre el 70-80% en las series publicadas, dependiendo también de la articulación tratada. Respuestas similares nos encontramos en las bursitis, trocanteritis, tendinitis crónica…

No se tiene que ver como la última alternativa a tratamientos más convencionales, sino tenerla en cuenta dentro de las posibilidades terapéuticas. En mi experiencia, cuando un médico referente remite por primera vez a un paciente a tratamiento con dosis bajas, desde entonces lo integra en sus opciones por las buenas respuestas encontradas.

Hay otras patologías que también son subsidiarias de estos tratamientos, como las hiperproliferativas, el Dupuytren, el Ledderhose o los queloides. La radiación a dosis bajas también tiene su papel interrumpiendo está proliferación y frenando el crecimiento de estos procesos, por lo que también deben ser considerados por los especialistas en este tipo de patologías.

Otras patologías funcionales como la neuralgia del trigémino, algunos casos de epilepsia, temblor esencial, así como arritmias cardiacas resistentes a tratamientos de ablación mediante cateterismo, son subsidiarias de tratamientos con radioterapia, si bien en estos casos la dosis de radiación es más alta, buscando una “ablación“ del punto de origen del dolor o del foco epileptógeno, siempre teniendo en cuenta que este tipo de tratamientos debe ser administrado en centros especializados en este tipo de terapias.

En resumen, debemos ver este tipo de tratamientos como alternativas de primer orden en un grupo muy numeroso y heterogéneo de patologías que deben ser administrados con los estándares de seguridad más precisos y seguros, aun no tratándose de patología oncológica. La casuística más grande es con tratamientos con intención antinflamatoria en patología osteodegenetarivos o en procesos que conllevan inflamación crónica, pero también tiene cabida en otro tipo de patologías.

Hay un interés progresivo por este tipo de tratamientos a nivel internacional y a nivel nacional, donde la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) tiene un grupo específico dedicado exclusivamente a estos tratamientos. También es de destacar el interés suscitado en otras especialidades que pueden ver en la radiación una alternativa en su terapéutica.

El oncólogo radioterápico siempre valorará el balance beneficio-riesgo de cada tratamiento que prescribe, buscando la seguridad y la mayor eficacia del mismo.