El proyecto BIBE (Bizitza Berria eta Betea), impulsado por la Diputación Foral de Gipuzkoa a través de ADINBERRI y enmarcado en el programa Berpiztu del Gobierno Vasco, ha analizado durante más de un año en la localidad guipuzcoana de Lezo las transformaciones sociales vinculadas al envejecimiento y los cuidados. Su objetivo ha sido comprender las nuevas percepciones de las personas mayores ante la longevidad, la autonomía y las relaciones intergeneracionales.
Los resultados del proyecto BIBE (Bizitza Berria eta Betea) muestran un cambio profundo en la forma de concebir la vejez y los cuidados. Siete de cada diez guipuzcoanos mayores de 57 años no desean delegar en sus hijos o familiares la responsabilidad de su cuidado, y un 70% manifiesta la necesidad de equilibrar su proyecto vital con la vida familiar, especialmente las mujeres. Este nuevo paradigma refleja una mayor independencia, individualismo y deseo de mantener control sobre la propia vida, en un contexto de menor natalidad y redes de apoyo más débiles.

El proyecto se desarrolló en dos fases: una de investigación, dirigida por la Fundación Aubixa, y otra de implementación en Lezo mediante dinámicas comunitarias coordinadas por Aptes, Helduak Adi y Apitropik. En la primera fase se realizaron seis grupos focales entre mayo y junio de 2024 con personas de entre 57 y más de 70 años, y una encuesta online (diciembre de 2024 – abril de 2025) que obtuvo más de 2.300 respuestas, 885 de ellas en Gipuzkoa. Los resultados conformaron la “Fotografía de una nueva longevidad”, estructurada en seis dimensiones: familia, cuidados, salud, relaciones y soledad, vida cotidiana, intergeneracionalidad y aportación al bien común.
En materia de cuidados, el estudio constata una tendencia hacia la desfamiliarización: la mayoría de las personas desean acompañamiento afectivo, pero no cuidados instrumentales (aseo, alimentación, higiene) por parte de familiares directos. Es decir, 7 de cada 10 personas quieren que sus hijas, hijos o familiares les acompañen en la vejez, pero no desean que realicen ninguna de estas actividades instrumentales o íntimas.
Paralelamente, aumenta el temor a la dependencia y al deterioro cognitivo. En el ámbito de las relaciones, una de cada dos personas teme la soledad, y el 40% percibe una ruptura generacional, sintiéndose alejadas de los jóvenes.
La búsqueda de una vida con sentido, con propósito, significativa, más allá de un envejecimiento activo, es también uno de los cambios más importantes con respecto a generaciones anteriores. Las personas muestran su deseo de vivir lo más plenamente posible el tiempo de vida que les queda. No obstante, entre el 30% y 40% de las encuestadas tienen dificultades para llevar una vida con sentido y para encontrar motivación.
Una vejez más individualista y menos comunitaria
Durante la presentación de los resultados de este estudio, Javier Yanguas, director de proyectos de la Fundación Aubixa y principal investigador de BIBE, destacó que «las generaciones del ‘baby boom’ —aproximadamente entre el 20 y 22% de la población— están llegando a la vejez, que será muy distinta a la de sus padres”.
“Son las generaciones más formadas de la historia y las mujeres económicamente más independientes que hemos conocido. Su vejez será más larga y llegan a ella con modos de vida y convivencia muy distintos (más divorcios y separaciones, diferentes formas de vivir en pareja…) y en un contexto individualista y menos comunitario, con vidas y procesos de envejecimiento más aislados y solitarios”, señaló Yanguas.
Por su parte, la diputada general, Eider Mendoza, ha reconocido la contribución de todas las personas que han participado en esta “iniciativa pionera” que, en su opinión, será “una referencia a seguir” ante los desafíos que la sociedad afronta como consecuencia de la transformación demográfica, así como de los “cambios culturales y sociales” vividos en el ámbito de los cuidados y de la longevidad.
“Este proyecto nos anima a seguir reforzando la colaboración y la activación de la comunidad para, entre todas y todos, dotar de un sentido cada vez más humano a las políticas públicas en este ámbito y garantizar los cuidados de hoy y de mañana a todas las personas que puedan necesitarlas”, afirmó.
Marian Olabarrieta, directora de Apoyos para la Vida Plena del departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico del Gobierno Vasco, recalcó que “BIBE nos invita a mirar la vejez sin estereotipos: con dignidad, con deseo y con proyecto. Nos recuerda que una comunidad que reconoce y activa a sus mayores es una comunidad más justa, más sabia y más humana”.