Bajo el lema ‘Una isla de conocimiento’, el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos y el Colegio Oficial de Podólogos de Canarias celebran el 54º Congreso Nacional de Podología el 17 y 18 de octubre en el Palacio de Congresos Expo Meloneras, en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria).

El Dr. Agustín Medina Falcón, cirujano vascular en el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín y referente en el abordaje multidisciplinar del pie diabético, será uno de los ponente en este 54 Congreso Nacional de Podología, y desarrollará la ponencia «¿Por qué el cirujano vascular es el mejor aliado del podólogo en pie diabético? Criterios de derivación y opciones terapéuticas»., en la que abordará los beneficios de un enfoque coordinado entre profesionales para prevenir complicaciones graves como las amputaciones.

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La colaboración entre podólogo y cirujano vascular es clave en la atención del pie diabético

Ya está demostrado que la colaboración entre un podólogo y un cirujano vascular como base en la atención del pie diabético consigue disminuir la tasa de amputación, que es el drama principal al que se enfrenta el paciente”, explica el Dr. Medina.

Amputaciones no traumáticas por pie diabético

Según apunta este especialista, el 85% de las amputaciones no traumáticas en el mundo están relacionadas con el pie diabético, lo que convierte esta patología en la primera causa de amputación en España.

Además, las consecuencias van mas allá, ya que «las úlceras del pie diabético tienen una tasa de mortalidad del 25% a los cinco años, por las infecciones y descompensaciones que provocan. Es una tasa más alta que la del cáncer de mama y comparable a la de algunos cánceres de colon o hematológicos«, tal y como señala el especialista del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín.

En el abordaje del pie diabético el modelo Toe and Flow , que promueve la coordinación entre cirujanos vasculares y podólogos, ha sido eficiente y efectivo, con una tasa reducción de entre el 40% y el 50% en amputaciones.

Además, los conocimientos en biomecánica del pie, el cuidado del pie en riesgo y las descargas con plantillas que aportan los podólogos permiten prevenir nuevas úlceras, reducir los ingresos hospitalarios y mejorar la calidad de vida del paciente”, añade el especialista.

 

Una incorporación irregular y desigual en el sistema sanitario.

El Dr. Medina también señala que, pese a la evidencia, la figura del podólogo sigue sin estar integrada de forma homogénea en el sistema sanitario público español. «Hay comunidades que los incluyen en atención hospitalaria, otras solo como servicio externo o para tratamientos de quiropodia. Es una situación muy irregular«, denuncia.

Creo que se tiene miedo de pisar competencias, pero definiendo bien las funciones de cada profesional todos cabemos en el sistema, y quien más gana con esta colaboración es el paciente”, añade.

Por otro lado, el especialista en podología recuerda que la prevención también debe empezar en la primaria y en la educación del paciente: “Es muy bonito tener una unidad de pie diabético en un centro de tercer nivel, pero si no se conciencia al paciente en el cuidado de sus pies desde el principio, llegamos tarde”.

Integración del podólogo en el sistema público

A este respecto, la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de PodólogosElena Carrascosa, destaca la importancia de continuar avanzando en la integración del podólogo en el sistema público.

Carrascosa insiste en importancia de la prevención, de modo que señala que “muchos casos graves podrían evitarse si los pacientes con diabetes acudieran al podólogo al menos una vez al año”.

Por su parte, la presidenta del Colegio Oficial de Podólogos de Canarias y la secretaría general del 54 Congreso Nacional, Verónica Ruiz Martínez, lamenta que los intentos del Colegio por incorporar a los podólogos a la sanidad pública en Canarias no hayan sido exitosos.

Martínez advierte que “llevamos años reclamando su inclusión, pero hasta ahora no ha habido avances. Creemos que una forma de empezar sería crear unidades de pie diabético en hospitales públicos que cuenten con podólogos y, desde ahí, extender el modelo al resto de niveles asistenciales”.