La depresión es una enfermedad que podríamos denominar silenciosa a pesar de su alta prevalencia. Los especialistas de Sanyres abordan en este artículo el origen, consecuencias y tratamiento para la depresión en personas mayores.

¿Qué es la depresión?
La OMS define la depresión como “un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”.

geriatricarea depresión en las personas mayores
Pese a lo que se cree, los síntomas depresivos no son normales en las personas mayores

Cuando al menos dos de los síntomas anteriormente mencionados están presentes de manera ininterrumpida durante 4 a 6 semanas es cuando podemos hablar de depresión. Y si se alarga en el tiempo puede llegar a hacerse crónica o recurrente, lo que dificultará el desempeño en el trabajo o en los estudios, la vida diaria en general. En su forma más grave la depresión puede llevar al suicidio.
¿A quién afecta la depresión?
El 25% de la población europea tiene síntomas de depresión al menos una vez al año. A nivel global, se trata de una enfermedad que afecta a más de 120 millones de personas, y se prevé que en 2030 será la principal causa de discapacidad en todo el mundo.
De media, la depresión está presente en el 14,5% de las mujeres y el 6% en hombres. Y por edades, alcanza hasta el 15% de la población adulta, especialmente en mujeres entre 30 y 50 años.
Es muy difícil determinar las causas exactas de este trastorno, pero sí sabemos que está determinado por ciertas distorsiones cognitivas (es decir, esquemas de pensamiento disfuncionales) que conducen a una evaluación no adecuada de las situaciones en las que la persona se ve obligada a desenvolverse diariamente, que le generan un estado de ánimo inadecuado.
Tratamientos para la depresión
Existen múltiples posibilidades para tratar el trastorno por depresión, siempre dependiendo del nivel de gravedad del mismo. Lo más habitual suele ser combinar los diferentes tratamientos para la depresión que a continuación resumimos:

Sesiones psicoterapéuticas que incitan al afectado por la depresión a hablar y compartir sus sentimientos, su situación, su ansiedad.

– La autoayuda, ya sea a través de lecturas o terapias específicas, ayuda al enfermo a descubrir el poder de decisión y acción que tiene  en su vida y cómo, tras descubrirlo, podrá recuperarse por sí mismo.

– Las alteraciones químicas en el cerebro causadas por los síntomas de la depresión pueden ser combatidas por medicamentos antidepresivos.

Depresión en la tercera edad
Al contrario de lo que comúnmente se suele pensar, los síntomas depresivos no son normales en las personas mayores. Si un anciano o anciana presenta un cuadro de ansiedad debe ser tratado de la misma manera que si tuviera 20 años menos, porque lo que ocurre es que están teniendo lugar en su vida situaciones que no está sabiendo afrontar de manera sana.
Como ya repasamos en el artículo en el que abordamos las causas de la baja autoestima en las personas mayores, los desencadenantes más habituales de la depresión en la tercera edad son:

– Empeoramiento de la salud

– Limitaciones físicas y de movilidad

– Duelo por el fallecimiento de seres queridos

– Inactividad, que deriva en bajo autoconcepto

Vemos que los motivos que han llevado a estas personas a caer en este trastorno puede ser diferente que en otras franjas vitales. Además, la adaptación de las personas mayores a los cambios es más delicada por lo tanto surge la duda ¿cómo abordar la depresión en las personas mayores? Lo aconsejable es contar con el apoyo de profesionales en psicogeriatría, como psiquiatras, psicólogos, neurólogos y terapeutas, que puedan adaptar las terapias y tratamiento para la depresión a las costumbres y posibilidades de los mayores.

La siguiente infografía resumen los aspectos fundamentales tratados en este artículo este artículo
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