/p>La retinopatía diabética, una enfermedad progresiva y asintomática hasta los estadios avanzados, es una de las principales causas de ceguera en adultos mayores. Según diversos estudios entre 20 al 25% de pacientes con diabetes tipo 2 desarrolla esta patología, mientras que la prevalencia en los pacientes tipo 1 es del 50 al 65%. Por ello es fundamental detección precoz de la retinopatía diabética, labor en la que el óptico-optometrista juega un papel fundamental.
geriatricarea retinopatía diabética
Para la detección y posterior control de la retinopatía diabética resulta esencial la visita periódica de las personas con diabetes a su especialista en Salud Ocular

En este sentido, Juan Carlos Martínez Moral, presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, afirma que aunque la retinopatía diabética es una patología y debe ser diagnosticada y tratada adecuadamente por oftalmólogos, “también es cierto que los ópticos-optometristas, por su condición de profesionales de atención primaria de Salud Visual y por atender anualmente a millones de pacientes, que acuden a los establecimientos sanitarios de óptica buscando soluciones a sus disfunciones visuales, en muchas ocasiones detectan la existencia de distintas enfermedades oculares, entre ellas cataratas, glaucoma y retinopatía diabética, patologías relacionadas todas ellas también con la diabetes, remitiendo a estos pacientes a su oftalmólogo”.
Y es que, además de la sospecha o detección de la enfermedad, el óptico-optometrista también desarrolla una misión fundamental en la compensación adecuada de los problemas visuales producidos por la retinopatía. Tal y como apunta el presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, “aunque muchas veces el tratamiento está basado en terapia láser o cirugía, también suele incluir un tratamiento continuo para disminuir los efectos visuales producidos por la enfermedad. Así, los pacientes con retinopatía pueden notar visión doble o borrosa, una disminución más o menos severa de su agudeza visual; la percepción de anillos, luces titilantes o manchas en su campo visual, o bien dificultad para ver objetos ubicados en los laterales de su visión, por lo que el óptico-optometrista, siempre en estrecha colaboración con el oftalmólogo, puede reducir estos efectos visuales producidos por esta patología, mejorando la calidad de vida del paciente”.
La retinopatía diabética es una enfermedad ocular causada por el daño producido a los vasos sanguíneos de la retina, la capa de tejido en la parte posterior del interior del ojo, por los niveles de azúcar en sangre demasiado altos que sufren los pacientes diabéticos. La retinopatía diabética, la causa más común de ceguera entre los adultos en países desarrollados, daña de forma severa los pequeños vasos sanguíneos de esta estructura ocular, provocando graves problemas visuales e incluso llevando al paciente a la ceguera.