/p>Ya está en marcha la segunda fase de la Estrategia de Enfermedades Neurodegenerativas del Sistema Nacional de Salud, que se puso en marcha el pasado mes de abril, en la que se desarrollarán aquellas especificidades de los cinco grupos de patologías contemplados en la Estrategia General.
Geriatricarea Estrategia de Enfermedades Neurodegenerativas
En la segunda fase de la Estrategia de Enfermedades Neurodegenerativas se desarrollarán las especificidades de los cinco grupos de patologías

CEAFA, la Confederación Española de Alzheimer, forma parte de esa estrategia, liderada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, con el objetivo de aportar su conocimiento y experiencia en el abordaje del problema socio-sanitario del Alzheimer como referente nacional que es en dicha materia.
En este sentido, uno de esos cinco grupos es el correspondiente al Alzheimer y otras demencias y en él hay un representante de CEAFA junto a un profesional médico de Neurología especializado en Demencias (SEN), un profesional de Neuropsicología (SEN), un profesional de  enfermería de Neurología (AEEN), un profesional de Trabajo Social (AETSYS), y un representante de Fundación Alzheimer España.
Para Cheles Cantabrana, presidenta de CEAFA, la puesta en marcha de una Estrategia de Enfermedades Neurodegenerativas es “un gran logro del colectivo social en su conjunto y la validación de nuestras reivindicaciones. Poder participar en el Comité Técnico que va a diseñarla es la oportunidad de contrastar nuestra experiencia con la de todos los actores implicados en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas y aportar todo el conocimiento adquirido durante tantos años de trabajo con nuestras asociaciones”.
De hecho, la aportación de las más de 300 asociaciones y 4.000 profesionales que conforman CEAFA permite “una detección temprana de las necesidades tanto en el ámbito socio-sanitario como en otros: relacional, económico, jurídico, socio-laboral, etc. Además de un conocimiento experto de la respuesta por parte del sistema nacional sociosanitario, de los diferentes sistemas autonómicos y de la esfera privada, a las demandas en materia de diagnóstico, información y tratamiento del Alzheimer”, afirma la presidenta de CEAFA.
A su juicio, la puesta en marcha de la estrategia concreta de Alzheimer “es la respuesta a una demanda que el colectivo de afectados por el Alzheimer, alrededor de 5.000.000 de personas entre pacientes y familiares, lleva años solicitando. CEAFA, en representación de este colectivo, se felicita de que la Administración, y más concretamente, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, acometa la responsabilidad de sacar adelante una estrategia específica para el Alzheimer en el marco de la Estrategia de Enfermedades Neurodegenerativas. Nuestra colaboración con el Comité Técnico que la elabora nos permite conocer el trabajo serio y profesional que se está realizando. Tenemos puestas muchas expectativas en el éxito de su rúbrica y aplicación, que supondrá un conocimiento real de la población afectada a través de los registros poblacionales, la posibilidad de planificar la lucha contra las consecuencias de la enfermedad, mejorar la calidad de vida de pacientes y cuidadores, e impulsar la investigación”.
Es más, para Cheles Cantabrana la estrategia específica de Alzheimer “va a suponer, eso esperamos, un paso más hacia la definición del necesario marco protector que un colectivo tan amplio como el actualmente afectado precisa, y ese marco vendrá articulado por la Política de Estado de Alzheimer que desde CEAFA venimos reclamando”.
Tal y como comenta la máxima representante de la CEAFA, una Política de Estado para el Alzheimer es vital, ya que “satisface una necesidad general y que se va a ver incrementada en los próximos años. No olvidemos que la edad supone el principal factor de riesgo de demencia tipo Alzheimer y el nuestro es un país envejecido, y lo va a ser más. Se calcula que en España, en el año 2050 uno de cada tres habitantes tendrá más de 65 años. De éstos, aproximadamente el 10% sufrirán Alzheimer. El enorme impacto sociosanitario y económico de la enfermedad puede ser letal para nuestro sistema de salud, para las familias y para la sociedad en su conjunto. Debemos empezar a poner las bases para atajar el problema y eso sólo se puede hacer a través de una Política de Estado que, a partir de registros poblacionales de incidencia de la enfermedad que precisen su magnitud, sea capaz de articular una estrategia de contención. La Estrategia de Enfermedades Neurodegenerativas en la que ahora estamos colaborando es gran paso en esa dirección”.