La terapia nutricional puede frenar el desarrollo de la degeneración macular, tal y como afirma la doctora Carmen Gutierrez Rizo, responsable de la Unidad de Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) de Quirónsalud Sagrado Corazón.

El servicio de oftalmología de este centro organizó recientemente unas jornadas sobre la terapia alimentaria para prevenir esta enfermedad en las que se presentó un caso clínico «muy significativo de un paciente que acudió a consulta por tener metamorfopsias (ver las líneas rectas onduladas) en uno de sus ojos, y al verle el fondo de ojo le detectamos muchas drusas maculares, que es el primer signo de la DMAE», comenta la doctora Carmen Gutierrez Rizo.
«En este momento le instauré tratamiento con los complejos nutricionales que hay formulados para la mácula y después de dos años de seguimiento han desaparecido muchas drusas (cosa que no es frecuente) y mantiene su visión», destaca esta especialista.

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La Dr. Gutierrez Rizo destaca las virtudes de la dieta mediterránea para disminuir el riesgo de progresión de la DMAE

 

Según explica la doctora Gutierrez Rizo, «está demostrado que la alimentación influye en la visión para bien cuando es adecuada. Como en la mayoría de las enfermedades existen factores de riesgo o predisponentes y factores protectores o preventivos». En este sentido, la dieta mediterránea actúa como prevención al disminuir el riesgo de progresión a formas avanzadas de la enfermedad. Por el contrario, el tabaco y la obesidad suponen factores de riesgo de padecer la DMAE.

Se ha demostrado que una alimentación rica en determinados nutrientes disminuye el riesgo de progresión de la DMAE cuando se instaura en fases tempranas de la misma y el paciente presenta drusas, – estudio AREDS I y AREDS II- realizados en una población de casi 5.000 pacientes. Estos nutrientes son la vitamina B, C, D, los carotenoides, luteína, zeaxantina, Hidroxitirosol, resveratrol, ácidos grasos omega 3, zinc y cobre. Se encuentran en alimentos como aceite de oliva, uva negra, verduras de hoja verde, frutas, salmón, nueces… En resumen todos aquellos presentes en la dieta mediterránea.

Lo que normalmente ocurre, comenta la Dra. Gutierrez Rizo, es que «no llegamos a tomar la cantidad diaria recomendada en estos estudios, pero con los complejos nutricionales formulados para oftalmología sí llegaríamos».

La doctora de Quirónsalud Sagrado Corazón recomienda, tanto a los pacientes que padecen DMAE como a los que no, una revisión anual con su oftalmólogo para la detección precoz de la enfermedad, y así poder instaurar un tratamiento con los complejos nutricionales si estuviera indicado. Por otro lado, «todos tendríamos que cuidar nuestros hábitos y no hay mejor manera que con la dieta mediterránea», concluye la especialista.