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geriatricarea Cinta Pascual ACRA

 

Un articulo de Cinta Pascual
Presidenta de ACRA
Associació Catalana de Recursos Assistencials
 
 
Dos datos fijan la situación actual de Cataluña en relación a la atención a los mayores: una lista de espera de 18.438 personas que quieren acceder a una residencia financiada públicamente, y 11.194 solicitantes que causaron éxitus entre el 2013 y el 2017 sin acceder a una prestación.
ACRA considera que ha llegado el momento de dar un nuevo impulso a la reducción a la lista de espera en un contexto de plazas libres disponibles, y más cuando tenemos una herramienta que nos permite hacerlo: es la hora de apostar por la Prestación Económica Vinculada al Servicio (PEVS)
Recientemente hemos conocido dos datos relacionados con la atención a los mayores en Cataluña que no están recibiendo la importancia que merecen: a día de hoy sabemos que hay 18.438 personas en situación de lista de espera para una residencia con financiación pública en Cataluña, y que durante el periodo 2013 – 2017 han causado defunción 11.194 personas sin poder acceder a una prestación por dependencia. No son números aproximados ni procedentes de organizaciones empresariales o de sindicatos si no cifras oficiales del mismo Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias a raíz de una pregunta parlamentaria realizada hace una semana.
Son cifras duras y que nos sitúan ante un espejo nada agradable que nos interpela como sociedad. Hablamos de familiares, amigos, conocidos y posiblemente también de nosotros mismos dentro de unos años. Es verdad que la lista de espera se ha reducido en 5.000 personas desde el 2016, una mejora de la que nos tenemos que alegrar y que se ha producido, entre otras razones, por el incremento de actividad en el sector, por una mayor provisión de plazas con financiación pública…
geriatricarea dependencia
Hay que actuar para reducir al máximo la lista de espera y evitar que personas mueran sin recibir una prestación a la que tienen derecho

 
Pero no podemos perder de vista dos factores: el largo periodo de tiempo que pasa desde una solicitud de valoración por dependencia hasta la obtención de una plaza pública (hablamos de años) y el sobre envejecimiento de la población. Hace tiempo que se habla de un tsunami social, de un futuro con personas cada vez más dependientes, una tendencia que irá al alza en las próximas décadas: en el 2051 la población de 65 años o más habrá llegado al 30% en lugar del 18% actual, y el colectivo de 85 años o más estará formado por 550.000 personas, más del doble de las que hay ahora.
Hablar de las personas que han causado defunción es difícil y nada agradable, pero hay que hacerlo. En primer lugar, para visibilizar un colectivo, el de los mayores, frecuentemente desplazados de la actualidad de los medios de comunicación, de eso llamado opinión publicada, sin la cual no se puede llegar a la ciudadanía. Pues han muerto 11.194 personas entre el 2013 y el 2017, el 75% de las cuales con una valoración de dependencia realizada y con un plan individual de atención, denominado PIA, que determina qué tipo de prestación puedes recibir. Para que se me entienda, personas que murieron esperando una plaza pública a la que tenían derecho porque la Ley de la Dependencia así lo reconoce. Y, en segundo lugar, porque estamos obligados a actuar.