Un articulo de Esther Prieto y Mónica Nieto, de Cognitiva Chamartín

Aunque cada vez es menos habitual, todavía podemos encontrarnos con estas ideas asociadas al envejecimiento:

“Ser Mayor significa estar enfermo”
“El secreto para una vejez exitosa, es tener la adecuada disposición genética”
“Los mayores representan una carga para la sociedad”
“Es imposible que los mayores adquieran y pongan en práctica nuevos conceptos”
“Los malos hábitos de toda una vida no se pueden cambiar”

Estas ideas son algunos de los falsos mitos que aún existen en nuestra sociedad. Por ello, queremos dar importancia al concepto de un envejecimiento activo incluso padeciendo un diagnóstico médico como deterioro cognitivo u otras enfermedades.
La definición de envejecimiento activo por la Organización Mundial de la Salud es “el proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”.

Debemos adquirir conciencia sobre la estimulación de las diferentes capacidades cognitivas de nuestro cerebro para conseguir un mayor bienestar mental

 
Las personas mayores disfrutan, dado el aumento de la esperanza de vida, de una mayor calidad de ésta, favoreciendo que sigan siendo parte activa de la sociedad en esta etapa. Además, cada vez existe mayor oferta de actividades y servicios que cubren las necesidades experimentadas por la nueva generación de personas mayores, donde los intereses y posibilidades son infinitas tanto de forma pública como privada, para cuidarse a nivel físico, cognitivo, social y/o emocional: centros culturales, asociaciones de jubilados, IMSERSO, unidades de memoria y estimulación cognitiva, gimnasios, centros deportivos, etc.
Como especialistas en atención a personas con deterioro cognitivo y demencias, queremos ensalzar el papel de éstas. En fases iniciales se puede y debe fomentar la autonomía e independencia en las actividades de la vida diaria. En etapa leve la enfermedad puede permanecer varios años, aumentando este mantenimiento en el tiempo si la persona se conserva activo tanto a nivel físico como cognitivo, tratando de conseguir así ralentizar la evolución de la enfermedad. Por ello, es importante, propiciar la participación en actividades adaptadas y especializadas al interés y capacidad actual.
Señalar una cuestión muy importante: la estimulación cognitiva es recomendable que la realicemos todas las personas, no sólo ante un deterioro cognitivo, pues la prevención es fundamental.
En conclusión, podemos resaltar la importancia de cuidarnos físicamente, realizando actividad física, manteniendo una alimentación y hábitos saludables, pero también es esencial adquirir conciencia sobre la estimulación de las diferentes capacidades cognitivas de nuestro cerebro para conseguir así un mayor bienestar mental, así como no olvidar el papel fundamental de las familias y la sociedad, transmitiendo a los mayores todo el apoyo y confianza para que se mantengan lo más autónomos e independientes posibles y alcanzar así un verdadero envejecimiento activo.

 Sobre las autoras: Esther Prieto y Mónica Nieto

Esther Prieto es Graduada en Trabajo Social, Máster en Trabajo Social Comunitario, gestión y evaluación de los Servicios Sociales. Trayectoria profesional dedicada al sector de la dependencia y personas mayores. Es Trabajadora Social en Cognitiva Chamartín.
Mónica Nieto es Psicóloga General Sanitaria, Especializada en Neuropsicología y Psicología Clínica. Su trayectoria profesional se ha centrado en el trabajo con personas adultas mayores y en la impartición de formación relacionada con áreas de la salud en diferentes instituciones. Trabaja como Neuropsicóloga y directora en Cognitiva Chamartín.