El Centro de Oftalmología Barraquer ha colocado en Cataluña el primer implante InnFocus Microshunt, un nuevo dispositivo que se suma a su amplio abanico de opciones para el tratamiento del glaucoma.

geriatricarea glaucoma
La Dra. María Isabel Canut durante una intervención en el quirófano

La doctora Maria Isabel Canut, coordinadora del departamento de Glaucoma, y el doctor Muhsen Samaan, oftalmólogo de la misma área, realizaron el pasado mes de junio las primeras operaciones con esta técnica microinvasiva. Los pacientes intervenidos se han recuperado muy favorablemente y presentan ahora una presión intraocular sin oscilaciones, el factor que ayuda a controlar esta patología crónica.

El nuevo procedimiento ahorra posibles complicaciones a médico y paciente, “el implante nos permite acortar el tiempo de la cirugía, así como el postoperatorio, reduciéndolo a entre una y tres semanas, aproximadamente. Además, proporciona un control inmediato, lineal y a largo plazo de la presión del ojo”, afirma la doctora Canut tras comprobar los resultados.

El dispositivo InnFocus Microshunt se suma al resto de MIGS (Minimally Invasive Glaucoma Surgery) de las que dispone el Centro de Oftalmología Barraquer para el tratamiento de esta patología, como los implantes Xen y Glaukos, así como otras técnicas MIGS con las que Barraquer también tiene una amplia experiencia: el instrumento Kahook, la trabeculostomía con láser excímer (ELT) o la sonda láser MP3, entre otras.

Esta innovación beneficiará a pacientes con glaucoma de ángulo abierto, es decir, el espacio entre el iris y la córnea, de tipo moderado y avanzado. Dado que el daño causado por esta patología es irreversible, este tipo de casos requieren un control muy exhaustivo de la presión intraocular.

Frente al tratamiento del glaucoma con gotas, que presenta oscilaciones en la presión del ojo entre dosis y obliga al paciente a ser constante en su aplicación, la vía quirúrgica proporciona un nivel de presión mucho más regular.

El glaucoma es una patología crónica del nervio óptico que causa daños irreversibles cuyo principal factor de riesgo es el aumento de la presión intraocular (PIO). Esta enfermedad constituye la segunda causa de ceguera en el mundo occidental y el 50% de las personas que lo padecen lo desconocen.