Investigadores del Cima, de la Clínica Universidad de Navarra y del Complejo Hospitalario de Navarra, pertenecientes al Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA), han descubierto un posible mecanismo que relaciona enfermedades neurodegenerativas como Parkinson o Alzheimer y la diabetes mellitus tipo 2.

En los últimos años, la asociación entre las enfermedades neurodegenerativas y la diabetes mellitus tipo 2 ha sido objeto de investigación en la comunidad científica. Así, estudios multicéntricos apuntan a que la diabetes tipo 2 y la resistencia a la insulina u otros estadios prediabéticos podrían contribuir a la aparición de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson o la de Alzheimer. Sin embargo, no se conocían los elementos implicados en la asociación de estas enfermedades.

Ahora, dos estudios en el que se han analizado el tejido cerebral y pancreático de personas diagnosticadas con enfermedad de Alzheimer, con enfermedad de Parkinson y con diabetes tipo 2 pero sin ninguna enfermedad neurodegenerativa, cuyos resultados se han publicado en las revistas científicas Acta Neuropathologica y Annals of Neurology, revela la existencia un mecanismo que relaciona la diabetes y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.

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En la imagen, Juan Antonio Sánchez, Irene Amat, Carlos de Andrea, María Rosario Luquin, Rafael Valentí, Mª Teresa Tuñón, Mario Riverol, Iván Martínez, Irene Marcilla y Laura Alonso. Foto: Manuel Castells

Tal y como explica el Dr. Iván Martínez-Valbuena, primer autor del este trabajo e investigador del Programa de Neurociencias del Cima, “nuestro estudio comenzó analizando las alteraciones patológicas presentes en el páncreas de los pacientes con enfermedad de Parkinson. Vimos que la principal proteína que se acumula en el cerebro de estas personas (alfa-sinucleína) está presente también en el páncreas. En paralelo, confirmamos que los pacientes diabéticos que no tenían esta proteína en el cerebro sí que la expresaban en el páncreas. Es decir, el páncreas de ambos pacientes es muy parecido en cuanto al contenido y distribución de determinadas proteínas, pero no ocurre lo mismo con su cerebro”.

Resultados similares se obtuvieron en el caso de la enfermedad de Alzheimer. Con los datos obtenidos, los investigadores se plantearon confirmar estos resultados en el páncreas de pacientes con otras enfermedades neurodegenerativas. “En colaboración con el Complejo Hospitalario de Navarra analizamos muestras de enfermos con Alzheimer y encontramos que las proteínas que se acumulan de forma preferente en su cerebro (beta-amiloide y tau) también lo hacían en el tejido pancreático”, confirman las doctoras Irene Amat y María Teresa Tuñón, especialistas del Servicio de Anatomía Patológica del Complejo Hospitalario de Navarra.

Por otra parte, en las muestras de tejido pancreático pertenecientes a sujetos diabéticos, pero que no tenían ninguna enfermedad neurodegenerativa (Parkinson o Alzheimer), también aparecían depósitos de estas proteínas. Según apunta la Dra. Mª Rosario Luquin, neuróloga e investigadora del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra, “nuestros resultados indican que la amilina (una proteína que se deposita en el páncreas de las personas diabéticas) tiene un papel clave en la aparición de estos depósitos anormales. En concreto, podría interactuar con estas proteínas y desencadenar una cascada de eventos que originarían el depósito anormal de estas proteínas tanto en el cerebro como en el páncreas, lo que puede dar lugar al desarrollo de estas enfermedades”.

El trabajo concluye que la amilina podría ser una diana atractiva tanto para el tratamiento como para el diagnóstico precoz de pacientes con enfermedad de Parkinson o Alzheimer de manera sencilla. “Por ello, es importante poder detectar esta amilina en muestras biológicas, así como seguir estudiando el papel que tiene esta proteína en la aparición de la enfermedad de Parkinson o de Alzheimer, lo que facilitará el desarrollo de nuevos tratamientos para combatir estas dos enfermedades”, indican los investigadores.

Además, los resultados obtenidos confirman que la diabetes puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de una enfermedad neurodegenerativa. “Sin embargo, es importante señalar que este es un factor de riesgo modificable, ya que, como sabemos, un estilo de vida saludable disminuye el riesgo de padecer diabetes tipo 2 y ayuda a controlarla mejor”, concluyen los doctores Rafael Valentí y María Rosario Luquin, investigadores del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra.

Referencias bibliográficas:
Amylin as a potential link between type 2 diabetes and alzheimer disease. Ann Neurol. 2019 Oct;86(4):539-551. doi: 10.1002/ana.25570. Epub 2019 Aug 19.
Interaction of amyloidogenic proteins in pancreatic β cells from subjects with synucleinopathies. Acta Neuropathol. 2018 Jun;135(6):877-886. doi: 10.1007/s00401-018-1832-0. Epub 2018 Mar 13.