Entre el 12% y el 17% de la población española vive con dolor crónico y de éstos, cerca de un tercio presenta diagnóstico de depresión. Estas fueron algunas de las cifras que se pusieron de manifiesto en el marco de las III Jornadas de Psicología y Dolor celebradas en Madrid.

Los profesionales que se dieron cita en este encuentro, principalmente psicólogos y médicos especializados en el abordaje del dolor, pusieron en común aspectos conceptuales y actualizaron conocimientos y mecanismos de evaluación en el tratamiento de los aspectos psicológicos ligados al dolor. Los expertos participantes coincidieron en la necesidad de contar con más Unidades de Dolor Multidisciplinares que cuenten en su equipo con psicólogos y psiquiatras. Y es que, tal y como afirma el Dr. Antoni Castel, coordinador del Grupo de Trabajo de Psicología y Dolor de la Sociedad Española del Dolor (SED), titular de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Joan XXIII (Tarragona) e impulsor de este encuentro, dolor y estrés son dos factores que están estrechamente unidos y que, además, se retroalimentan el uno al otro”.

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Los expertos reunidos en las III Jornadas de Psicología y Dolor destacaron que solo una de cada tres Unidades de Dolor cuenta con psicólogos o psiquiatras en su equipo

El estado de ánimo es fundamental en cualquier paciente, pero especialmente en la persona que sufre dolor crónico”, destacó el Dr. Castel en el marco de estas jornadas que son un referente para estos profesionales sanitarios y donde se abordaron temas como los trastornos por estrés y su efecto en el dolor; la dificultad de la evaluación del componente emocional en el dolor; y las técnicas de autorregulación en su manejo.

Como profesionales, debemos entregar al paciente técnicas para gestionar su dolor de la mejor manera posible, de forma que le permita mantener su estilo de vida más o menos normal”, explicó el coordinador del Grupo de Trabajo de Psicología y Dolor de la SED, destacando que “esto conlleva aspectos fundamentales como que estas personas tengan una mejor calidad de vida o puedan mantener su puesto de trabajo”.

El estrés laboral es un aspecto que también se abordó durante esta sesión y es que las situaciones de presión en este ámbito también afectan fuertemente a las personas que padecen dolor crónico y que frecuentemente ven restringidas sus competencias y funcionalidad. “Este es un problema real. El paciente con dolor crónico va a tener limitaciones en su trabajo y va a tener repercusiones en su ejecución, al mismo tiempo que va a percibir que tiene más dificultades, lo que tiene consecuencias en su autoestima”, puntualizó este experto.

El estado de ánimo es fundamental en cualquier paciente, pero especialmente en la persona que sufre dolor crónico”, destacó el Dr. Castel

Por su parte, el Prof. Juan Antonio Micó, presidente de la SED y portavoz de la junta directiva en el Grupo de Trabajo Psicología y Dolor, incidió en que el principal objetivo de esta sociedad científica es, en este aspecto, “visibilizar los problemas psicológicos asociados al padecimiento del dolor y sensibilizar a las autoridades sobre la falta de recursos dedicados a este tema”.

En este sentido advirtió que “es necesario contar con un mayor número de Unidades del Dolor Multidisciplinares que cuenten con psicólogos o psiquiatras en su equipo. Actualmente, solo una de cada tres Unidades del Dolor cuenta con estos profesionales, a pesar de que el 94% de las unidades consultadas considera que es absolutamente necesario”.