Las redes europeas de envejecimiento, que están promoviendo productos y servicios para el colectivo sénior, tendrán un especial protagonismo en el I Congreso de Economía Plateada, organizado por Feval Institución Ferial de Extremadura y Adiper Servicios Sociosanitarios, que tendrá lugar el 17 y 18 de marzo en Mérida.

Y es que, en 2050 una de cada cuatro personas en Europa y América del Norte tendrá más de 65 años. Ante este contexto poblacional, la Unión Europea realiza convocatorias anuales y plurianuales para que los países miembros realicen investigaciones, experiencias piloto o intercambien buenas prácticas en diferentes ámbitos del envejecimiento (salud, servicios sociales y tecnología) que contribuyan a crear puentes que conecten experiencias para afianzar las redes europeas de envejecimiento.

Tal y como apunta Mayte Sancho, experta en planificación gerontológica, y ponente de la mesa redonda ‘Entornos amigables para todos. Arquitectura y financiación, claves para crear espacios intergeneracionales y nuevos modelos de vivienda’, “Europa debe tener en cuenta las consecuencias de una sociedad longeva, sobre todo las situaciones de dependencia que generan la necesidad de desarrollar un modelo de cuidados de larga duración sólido y sostenible”. Esta experta recuerda que “en la actualidad, hay millones de personas mayores, que una vez jubiladas se ven obligadas a olvidarse de su capital social, de su conocimiento y experiencia. Esto es un despilfarro inadmisible”.

En este sentido, Ana María Carriazo, consejera técnica de Relaciones Institucionales de la Consejería de Salud y Familias de Andalucía y ponente de la mesa redonda ‘Unión Europea y envejecimiento. Tendiendo puentes, conectando experiencias’, apunta que, además, “estamos en una sociedad digital y con posibilidad de implantar servicios en movilidad. Estos deben ser accesibles, seguros y efectivos. La Unión Europea debe tratar de garantizar que estos servicios sean de calidad y que todos tengamos acceso a los mismos, evitando la brecha digital.

geriatricarea redes europeas de envejecimiento
Es necesario crear puentes que conecten experiencias para afianzar las redes europeas de envejecimiento

El cambio demográfico es un asunto que ocupa y preocupa en la Unión Europea. Por ello, en febrero de 2012 la Comisión Europea puso en marcha la Asociación para la Innovación Europea en Envejecimiento Activo y Saludable (EIP on AHA), con el objetivo estratégico de aumentar en dos años la esperanza de vida con buena salud de la ciudadanía europea para 2020. Sus objetivos principales son mejorar la calidad de vida y el estado de salud de los ciudadanos europeos, mejorar la sostenibilidad de los sistemas de salud y mejorar la competitividad de la industria europea.

En este marco, han surgido múltiples iniciativas relacionadas con las personas mayores, como la Red Colaborativa de Sitios de Referencia, así como el proyecto We4AHA (Innovación para el mercado), que incluye intercambio de experiencias en atención integrada, telemonitorización en el hogar, autogestión y cuidado de diabetes o formación de cuidadores para personas mayores, entre otras.

A destacar también el programa Horizonte 2020, una iniciativa europea que promueve proyectos como Activage que, con una dotación de 20 millones de euros, es un buen ejemplo de iniciativa internacional colaborativa y multidisciplinar. “Advantage y otras iniciativas también son muy destacables. En todas ellas, la tecnología tiene un gran protagonismo”, asegura Mayte Sancho.

Nuevos productos y servicios al servicio del colectivo sénior

Durante el I Congreso de Economía Plateada se darán a conocer nuevos productos y servicios que están al servicio del colectivo sénior, como los nuevos modelos de alojamiento que surgen como alternativas al modelo residencial clásico, que transita entre el modelo hotelero y el hospitalario. Para Mayte Sancho, “ni uno ni otro son una buena solución para que las personas vivan la ultima etapa de su vida. Por eso, desde hace varias décadas en países del norte de Europa y Holanda, principalmente, empiezan a desarrollarse otro tipo de soluciones cuando las personas mayores se ven obligadas a abandonar su casa: apartamentos y viviendas para toda la vida, unidades de convivencia, cohousing, centros especializados sobre todo en demencia, etc. En España, estamos comenzando este cambio.

En esta línea, esta experta subraya que “casi todos los países del centro y norte de Europa están trabajando en soluciones adaptadas a perfiles y necesidades diferentes. El caso de las demencias preocupa especialmente, ya que la gran mayoría de personas que se trasladan a un centro residencial padecen esta enfermedad. Las experiencias en torno a los modelos Dementia Villages, que comenzaron a desarrollarse en Holanda, despiertan un interés creciente. En los próximos meses se pondrá un marcha uno en Dax, al sur de Francia. Sería bueno que España se incorporase a estas tendencias”.