La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha elaborado el documento “Orientación comunitaria: hacer y no hacer en Atención Primaria”, que recoge 12 recomendaciones sobre acciones concretas para poner en práctica o para evitar en la práctica cotidiana de la Atención Primaria.
Este documento colaborativo da un paso más en la trayectoria del Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria de la semFYC, PACAP, y fue presentado durante la celebración en Madrid de la Jornada “Orientando la Atención Primaria hacia la comunidad”, organizada por la semFYC en colaboración con el Ministerio de Sanidad y con la participación de la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (FAECAP) y la Asociación Enfermería Comunitaria (AEC).
El programa del PACAP de la semFYC trabaja la orientación comunitaria como elemento esencial a la hora de abordar la salud en Atención Primaria. Según la co-coordinadora del mismo, Marta Sastre, “su incorporación supone un cambio de paradigma centrado en la salud y no en la enfermedad, ampliando el concepto de salud bajo el que se realizan los abordajes, teniendo en cuenta los determinantes sociales y la perspectiva más allá del sistema sanitario, hacia una necesaria participación comunitaria en salud”. Esta apuesta se ha visto impulsada con la publicación del documento «Orientación comunitaria: hacer y no hacer en Atención Primaria».
En palabras de Belén Benedé, co-coordinadora del PACAP y una de las coordinadora del texto, “este documento está aportando un saber técnico, una concreción en 12 recomendaciones, 6 de ‘Hacer’ y 6 de ‘No-Hacer’ sobre acciones concretas que deberían ser realizadas o que deberían evitarse para ser tenidas en cuenta en la práctica cotidiana”.
Se trata, además, de un texto “muy fácil de leer, con un lenguaje que puede ser comprendido por profesionales sanitarios y no sanitarios que trabajan en AP, por la población a que estos atienden, las entidades, el tejido social y otros profesionales del sector salud o sectores próximos con los que se coordina la atención primaria, así como otros profesionales o agentes de salud”.
Precisamente esa es una de sus claves. Por eso, Belén Benedé opina que si un equipo quiere abordar la reorientación comunitaria de su práctica comunitaria, este documento puede ser un buen inicio porque “trata de ver qué cosas, basándose en la evidencia, hemos de hacer y plantearnos no hacer o dejar de hacer, para desarrollar la atención comunitaria. Y el documento facilita las claves para la reflexión”.
El abordaje de la Atención comunitaria en la actualidad
El abordaje de la atención comunitaria, aunque referenciado desde hace años en el Sistema Nacional de Salud pero invisibilizado y no apoyado, está siendo “revalorizado” en los últimos años hasta el punto de que uno de los ejes del Marco Estratégico de la Atención primaria aprobado por el Consejo Interterritorial en abril de 2019 se fundamenta en acciones de salud comunitaria.
En palabras de Marta Sastre, “la Atención Primaria continúa siendo potencial de cambio y más que nunca tenemos necesidad de respuestas efectivas y eficientes ante las nuevas necesidades sociosanitarias. Tenemos necesidad de vínculos potentes entre los actuales recursos sanitarios de Atención Primaria y los sociales, porque el envejecimiento de la población, la movilidad, las nuevas tecnologías y las nuevas formas de enfermar precisan servicios de salud integrados con los servicios sociales”.
En este sentido, en el prólogo del documento Orientación comunitaria: hacer y no hacer en Atención Primaria se defiende que “necesitamos diseñar estrategias asociativas, promover la salud, incrementar la calidad de vida y el bienestar social, potenciar la capacidad de las personas y grupos para el abordaje de sus propios problemas, demandas y necesidades. Es por ello que hoy, más que nunca, necesitamos desarrollarnos en las actividades comunitarias”.
Según las responsables del PACAP, para incluir esta dimensión “es preciso hacer una serie de acciones en todos los niveles del sistema y en especial en Atención Primaria de Salud (APS) dejando de considerar los servicios sanitarios como una empresa de provisión sin relación con la acción comunitaria. Solo así, estos asumirán su responsabilidad social utilizando sus marcos estratégicos de coordinación y participación, y podrán enfrentar las necesidades individuales y colectivas, así como los problemas de salud”. De hecho, con el fin de responder estas inquietudes y ayudar a implantar esta estrategia, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) diseñó un Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria.
Se trata de un documento para cuya elaboración se contó con la participación de las Comunidades Autónomas, profesionales, pacientes y usuarios. Un documento que para Belén Benedé significa “una nueva oportunidad de materializar un paraguas institucional destinado a que la AP se lleve a cabo con una orientación comunitaria. Sin embargo, se vive también como un momento expectante, puesto que puede quedarse de nuevo en un marco estratégico sin financiación que no suponga ningún cambio a la hora de impulsarlo y que se quede solo en el papel. No obstante, la creación de la oficina técnica supone un avance. Vivimos esta nueva oportunidad con ilusión y ganas de que, en efecto, salga bien”.
A juicio de este experta, en la situación actual, “el Sistema Nacional de Salud, y sobre todo la Atención Primaria, son muy deficitarias y, por lo tanto, sumamente débiles para poder llevar a cabo su quehacer comunitario. Para reorientar hacia la comunidad es necesario utilizar modelos que aporten intersectorialidad, multidisciplinaridad, salud positiva, participación, equidad y orientación a los determinantes, con enfoque a procesos de coproducción de salud”.
En relación a estos modelos, Benedé apunta que parte de la clave de su éxito está en que estos modelos “no se impongan, para que así sean sostenibles y se consoliden, que se basen en hacer las cosas fáciles y sean una oportunidad en el cambio que nuestra Atención Primaria precisa. Para ello, el apoyo institucional contundente y no de fachada es muy importante. En estas Jornadas se vio que hay buenas prácticas en los territorios. Ahora toca darle: importancia, visibilidad y presupuesto”.