Con el objetivo de paliar el aislamiento y sensación de soledad que sufren muchas personas mayores, y que se ve incrementado por las restricciones de contacto impuestas para frenar la expansión del COVID-19, la residencia pública Josep Miracle de Barcelona y Accent Social han implementado un sistema de videollamadas.

Esta iniciativa permite a las 50 personas usuarias del centro ver a sus familiares, amigos y conocidos, realizándose una media de entre 6 y 8 conexiones diarias. Además, el Ayuntamiento de Barcelona se ha sumado a la iniciativa con la donación de un dispositivo adicional para hacer videollamadas que ya se ha instalado en el comedor de la residencia.

Tal y como destaca Claudia Martins, directora de la residencia Josep Miracle, «para nosotros el acompañamiento psicológico de las personas usuarias es fundamental para garantizar su bienestar y salud. Por ello, hemos impulsado este proyecto con el objetivo de que las personas mayores puedan seguir manteniendo relaciones sociales significativas que reduzcan la ansiedad que les provoca el aislamiento».

Así, cuando un familiar quiere contactar con una de las personas usuarias de la residencia, se pone en contacto con la recepción del centro indicando la hora y el teléfono en el que desea recibir la llamada. A continuación, el centro organiza lo necesario para realizar las llamadas pactadas con los familiares: las personas mayores ven a sus conocidos desde la intimidad de su habitación, a través de una tableta y con la ayuda de la educadora social. El servicio está operativo de lunes a viernes, de 9 a 16:30 horas, y adicionalmente, se hacen conexiones desde el comedor del centro y a través de la pantalla cedida por el Ayuntamiento de Barcelona.

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La residencia Josep Miracle ha puesto en marcha un sistema de videollamadas para que las personas mayores mantengan relaciones sociales significativas

Según la educadora social que los acompaña, todas las llamadas son «muy emotivas«, sobre todo porque, en muchas ocasiones, los residentes no saben que se disponen a ver a sus familiares hasta que aparecen en la pantalla. Además, durante el poco tiempo que lleva en marcha la iniciativa, ya se han producido reencuentros especialmente esperados: la señora Encarnación ha hablado con su primo, al que hacía años que no veía, y el señor Jesús ha podido ver finalmente a su hija, que vive en Alemania, por ejemplo.

Manifiesto para parar el maltrato a personas mayores ante la crisis Covid19

Por otra parte, la actual crisis provocada por la Covid-19, que afecta a toda la ciudadanía, deja constancia, una vez más, del maltrato que padecen las personas mayores. Una discriminación o edadismo, y un abandono que tiene especial impacto entre las personas mayores más vulnerables, con discapacidad, dependencia y que no tienen red familiar ni social o no pueden disponer de ella dada la alarmante situación actual. Consciente de ello, desde el Movimiento para parar el maltrato a las personas mayores, del que Accent Social forma parte, se quiere denunciar esta situación mediante un manifiesto conjunto, subscrito por 58 entidades y organizaciones, que puede consultarse aquí.