Desde la Federación Empresarial de la Dependencia (FED) se denuncia la grave discriminación y desamparo de las residencias de mayores en los protocolos establecidos en la “Guía para la utilización de test rápidos de anticuerpos para el COVID-19”, que ha actualizado recientemente el Ministerio de Sanidad, junto con el Instituto de Salud Juan Carlos III.

Este documento del Ministerio establece unas pautas para la utilización de test rápidos de detección de anticuerpos para el diagnóstico del COVID-19 en pacientes sintomáticos, moderados o graves -en el ámbito hospitalario-, o leves -en el ámbito extra hospitalario, como son las residencias de mayores-. En el caso de los centros de mayores, el protocolo establece que solo se debe hacer test rápidos a los residentes que presenten síntomas, pero en el caso de que un solo paciente de positivo por SARS-CoV-2, ya no se realizarán más test en la institución, considerando un brote en las instalaciones, dando a todos los residentes como contagiados y poniéndoles en cuarentena.

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La FED denuncia la grave discriminación y desamparo de las residencias de mayores ante los protocolos de actuación y diagnóstico del COVID-19 del Ministerio de Sanidad

Tal y como advierte la FED, este protocolo de uso de test rápidos difiere de otros centros e instituciones de ámbito extrahospitalario donde sí se establece que se realicen pruebas tanto a pacientes sintomáticos como a pacientes asintomáticos para comprobar si dan positivo o negativo, y que en el caso de dar negativo se les realizará una segunda prueba PCR.

Ignacio Fernández-Cid, presidente de la FED, señala que este protocolo establecido para las residencias de mayores “es muy restrictivo y demuestra un absoluto desconocimiento del funcionamiento de nuestros centros, y una clara desconsideración hacia las personas mayores, al tratarlas de forma indiscriminada y, lo que es más grave, esta falta de realización de test puede incrementar los contagios, en lugar de disminuirlos”.

Y es que, a día de hoy, uno de los sectores más afectados por el COVID-19 son las residencias de mayores, por ello, desde la FED se sigue reclamando la imperiosa necesidad de que todos los centros estén bien dotados de materiales de protección y recursos humanos para evitar, en la medida de lo posible, que enfermen sus residentes y profesionales, y llevar a cabo una política adecuada de prevención y diagnóstico.

Según Fernandez-Cid, “es importante detectar precozmente los casos e investigar los posibles brotes para controlar esta pandemia en nuestros centros, sin embargo, después de un mes seguimos sin recibir ni test diagnósticos ni equipos de protección individual por parte del Gobierno. Nuestro sector no tiene inconveniente en tratar a todos los mayores como afectados, si existe un positivo en cualquier centro, pero es imposible asegurar la prevención de contagios sin el personal ni los materiales necesarios”.

Según el presidente de la FED, “seguir la Guía del Ministerio sin personal y material adecuado, conducirá a una mayor propagación del virus en nuestros centros, solicitamos una rectificación y que escuchen a los expertos a la hora de elaborar estos protocolos”. Por eso, la propuesta de esta Federación, teniendo en cuenta que el personal escasea, bien porque están de baja o bien porque han sido trasladados a los hospitales, es la única que consideran posible: aislar a los infectados, sectorizando una parte de la residencia, o bien enviándolos a centros específicos, pero para ello, es necesario realizar test de diagnóstico”. Además, consideran que “es imposible tener distribuidos y aislados a todos los residentes y en todos los espacios de la Residencia porque no hay personal ni material suficiente”.