Con el objetivo de analizar y prevenir la aparición de desnutrición y disfagia en pacientes ingresados por COVID-19, la compañía Nutricia, perteneciente a Danone, ha puesto en marcha de un importante estudio clínico en colaboración con el Hospital de Mataró.

El principal objetivo de esta investigación clínica será conocer la prevalencia de disfagia orofaríngea, de riesgo nutricional, así como las necesidades de tratamiento compensatorio y de las complicaciones a los 3 y 6 meses de seguimiento de los pacientes ingresados por COVID-19 en el Hospital de Mataró. Para ello contará con una muestra de más de 200 pacientes post COVID-19. Además, el estudio pretende evaluar si los pacientes con disfagia y riesgo nutricional tienen peor pronóstico (reingresos hospitalarios, visitas a urgencias, infecciones respiratorias, …) que aquellos sin estas condiciones.

Esta investigación va a estar liderada por uno de los principales especialistas en deglución a nivel internacional, el Dr. Pere Clavé, director de Investigación del Hospital de Mataró, Consorci Sanitari del Maresme (Barcelona) y presidente Fundador de la Sociedad Europea de Trastornos de Deglución.

Las complicaciones de la disfagia en estos pacientes también van a ser objetivo de estudio. Y es que , tal y como señalan desde Nutricia, es conocido que la malnutrición, la pérdida importante de masa muscular y peso, la sarcopenia, la deshidratación y las sobreinfecciones respiratorias bacterianas son complicaciones específicas de la disfagia. El objetivo de los expertos de este hospital es ver cuán de diferente son el pronóstico y las complicaciones de los pacientes con disfagia, especialmente los que también están malnutridos, respecto a los pacientes que no tienen trastornos de la deglución. Se trata de un síntoma habitual asociado a pacientes en unidad de cuidados intensivos, pero se ha intensificado su aparición en pacientes COVID-19.

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La malnutrición, la pérdida importante de masa muscular y peso, la sarcopenia, la deshidratación y las sobreinfecciones respiratorias bacterianas son complicaciones específicas de la disfagia

Como indica Patricia Oliva, Directora General de Danone Specialized Nutrition,desde Danone Specialized Nutrition, somos conscientes del momento asistencial tan complicado en el que nos encontramos, por ello, queremos ofrecer todo nuestro apoyo a la comunidad médica para permitirles profundizar en el conocimiento del diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades que afectan a nuestros pacientes con el fin de contribuir a su recuperación”,

En este sentido, Manuel Blanco, director Médico de Danone Specialized Nutrition, señala que, “el compromiso de Nutricia con la investigación clínica es un pilar sobre el que se asienta el día a día de nuestra compañía. Si algo nos ha enseñado esta crisis es que la salud es un elemento central en la sociedad y la generación de evidencia científica es clave. En este contexto, sentimos un enorme compromiso con la investigación de la mano de los expertos, muestra de ello es la financiación de este estudio que vamos a poner en marcha en Cataluña para evaluar el pronóstico de los pacientes con COVID-19 que presentan disfagia y desnutrición”.

Elevada presencia de desnutrición y disfagia en pacientes COVID-19

Los especialistas que han tratado a pacientes COVID-19 en los últimos meses han destacado la elevada presencia de desnutrición y disfagia en muchos de ellos. En un primer análisis realizado en el momento del ingreso hospitalario de 240 pacientes COVID-19, los especialistas han visto que el 75% de los pacientes presentaban riesgo nutricional y el 55% disfagia orofaríngea. Además, un 27% ya cumplían criterios clínicos de desnutrición, y muchos de ellos presentaban una gran astenia, anorexia y pérdida de peso en las semanas anteriores al ingreso.

Hemos podido observar que estos pacientes son de media 10 años más jóvenes que los que tenemos habitualmente ingresados en nuestros hospitales por otras causas (ictus, neumonías bacterianas, cardiopatías, etc.), lo cual nos ha impresionado, dada la prevalencia y severidad de los hallazgos. Esta evidencia clínica nos ha permitido ser conscientes del terrible impacto de la disfagia y sus complicaciones deshidratación, malnutrición e infección respiratoria en ellos. Por ello, la necesidad de mejorar el manejo clínico de todos estos tipos de pacientes nos parece urgente”, comenta el Dr. Clavé.

Recientemente, la anosmia (pérdida del olfato) y la disgeusia (pérdida del gusto) han sido reconocidas por la OMS como síntomas asociados a la COVID-19. Estos síntomas tienen su origen en que el virus coloniza el tracto aerodigestivo superior y viaja a través de los nervios sensoriales hacia el cerebro. Los facultativos, incluido el Dr. Clavé, consideran que la disfagia se asocia a una disfunción sensorial y neurológica similar. Por ello, desde la comunidad científica se están realizando aportaciones de evidencia para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) valore la disfagia como un posible síntoma asociado al COVID-19.

Para finalizar, el Dr. Clavé señala que “nuestro principal reto es cambiar la actitud diagnóstica y terapéutica, pasando de la actitud actual más bien reactiva que pretende tratar la malnutrición, deshidratación o infección respiratoria cuando ya se han producido, a una actitud más proactiva que pretende intervenir más precozmente para evitar precisamente que se produzcan estas complicaciones. Este es nuestro principal desafío, intervenir para prevenir”.