La rehabilitación, tanto respiratoria como motora, ayuda a disminuir las secuelas físicas de los pacientes durante su estancia en UCI y es uno de los tratamientos que ayudan a superar el ICU-AW (síndrome de debilidad adquirida en UCI), patología común en los pacientes ingresados en una Unidad de Cuidados Intensivos debido al SARS CoV-2.

Asó lo expresó la Dra. Vanesa Velasco Ramos, de la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Regional Universitario de Málaga, durante su intervención en una mesa sobre Covid-19 en el 58º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF).

En este foro, la especialista subrayado “la necesidad de aplicar tratamientos de rehabilitación para las secuelas físicas que padece un número importante de pacientes críticos debido a la inmovilización, y con mayor trascendencia en los que están hospitalizados debido a la Covid-19”.

“Dichas secuelas físicas a medio y largo plazo están englobadas en el síndrome post-UCI y suelen ser principalmente respiratorias y neuromusculares. Se traducen en una importante pérdida muscular y déficits de funcionalidad que impactan de forma negativa en la calidad de vida de los pacientes, así como en la de sus familiares y cuidadores”, señaló la experta del Hospital Regional Universitario de Málaga.

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 Las secuelas físicas de los pacientes críticos Covid-19 que han estado en la UCI se traducen en una importante pérdida muscular y déficits de funcionalidad

En este contexto, destacó que la rehabilitación del paciente crítico afecto de Covid-19 “ha de considerarse como un continuum asistencial desde su ingreso en UCI, al alta hospitalaria y su seguimiento ambulatorio dentro del manejo global del PICS (síndrome post-UCI)”. Asimismo, la Dra. Velasco Ramos recalcó que la movilización precoz debe valorarse en todos los pacientes que llevan más de 48 horas con ventilación mecánica o más de 24 horas sin posición decúbito prono y/o relajación neuromuscular. Debe evaluarse de forma diaria la estabilidad clínica y los criterios de interrupción ajustando los objetivos terapéuticos al nivel de consciencia y de sedación”.

Además, “se deben considerar los factores de riesgo del PICS que afectan a la función física en la Covid mediante el seguimiento del paciente y uso de escalas apropiadas para prevenir las discapacidades funcionales del paciente que se pueden desarrollar”.

Por último, durante su intervención en la en el 58º Congreso Nacional de la SERMEF, la doctora manifestó que “la rehabilitación requiere un abordaje multidisciplinar que implica la existencia de los recursos necesarios de profesionales tanto rehabilitadores, como fisioterapeutas y otras disciplinas relacionadas (logopedas, terapeutas ocupacionales, etc.) que puedan integrarse en los equipos de UCI. Ello requiere formación específica en el manejo de los enfermos críticos”.