La musicoterapia brinda bienestar emocional a las personas mayores, a través de una canción, la improvisación con guitarra, el baile o el trabajo con instrumentos musicales. Y es que la música hace que los mayores asocien canciones conocidas con historias personales y recuerdos de vivencias, generando espacios de estimulación cognitiva y emocional.

Entorno a la musicoterapia se llevan realizando desde tiempo atrás diferentes actividades en los centros de atención a personas mayores, gestionados y dirigidos por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), como es el caso del proyecto basado en la musicoterapia llevado a cabo en la Residencia y Centro de Día “Els Arcs” de Figueras (Gerona), enmarcado en la actividad “Ringsistiré”.

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La musicoterapia tiene un efecto terapéutico en las personas mayores y facilita la expresión de las emociones

En circunstancias de ausencia de visitas de familiares, pantallas y mascarillas…, durante los meses de confinamiento, se desarrolló con muy buenos resultados un proyecto basado en la musicoterapia en la Residencia y Centro de Día “Els Arcs”. Se puso de manifiesto que musicoterapia ayuda al bienestar emocional de las personas mayores durante el confinamiento, la música tiene un efecto terapéutico en las personas mayores y facilita la expresión de las emociones.

Gracias a este proyecto, se hicieron vídeos personalizados de todos y cada uno de los usuarios/as, con algunas excepciones (voluntariamente o por el perfil cognitivo). En estos vídeos muestran cómo las personas mayores se emocionaban cantando canciones y dedicándoselas a sus familiares. En otros vídeos, más espontáneos, los usuarios/as disfrutaban de momentos musicales, bailando, cantando o tocando instrumentos musicales, desarrollándose un ambiente distendido con la música.

En otros casos, sobre todo el de las personas con demencia, la música les ayudó a activarse y a estar más despiertos/as para poder compartir un rato con sus familiares, facilitando también la expresión emocional. Las respuestas por parte de los familiares a todo ello, fueron muy emotivas y de agradecimiento, por la comunicación que se facilitó y generó, a través de la música.

Todo ello fue posible gracias al incremento de la dotación del equipo profesional del Área de Atención Psicosocial, al igual que se hizo con otros perfiles profesionales, dentro de las posibilidades y en aquellos centros residenciales que así lo precisaran en esos momentos, y en los que fuera factible. El perfil profesional que se aportó, dadas las circunstancias, fue preferentemente, el de psicólogo/a o el de musicoterapeuta que en este centro fue Víctor García (musicoterapeuta, en su caso).

Gracias a esta iniciativa de la Fundación Salud y Comunidad, se logró aumentar la comunicación en los distintos servicios entre familiares y residentes, habilitando con este fin un enlace en la web de la entidad para que, desde los diferentes servicios de atención a personas mayores, pudieran intercambiar archivos con los familiares. Estos archivos podían ser tanto imágenes, como en formato de audio y vídeo.