Un artículo de Roxana Elizabeth González, Directora en AFYAM
y Leonardo Eduardo Parafita (†)
Profesor en el Departamento de Salud y Actividad Física de la Universidad Nacional de Avellaneda


Dedicado a la memoria de mi gran amigo y compañero de investigación Lic. Leonardo Eduardo Parafita:
“En los momentos de tristeza, tus recuerdos siempre me harán sonreír”
Roxana Elizabeth González


En Argentina y a nivel mundial, surgen y se establecen prejuicios sociales en relación a las personas mayores. Un ejemplo de ellos es pensar que la caída física en la tercera edad es una característica propia del envejecer. Se la suele vincular con el desequilibrio postural, la edad avanzada o con problemas patológicos asociados al envejecimiento, entre otros.

Sin embargo, cuantas veces nos sucedió que, al ir caminando por la calle, pensamos en cómo resolver un tema que nos mantiene preocupados, nuestra mente se envuelve en ese pensamiento, no vemos por donde caminamos y caemos al piso. Esto sucede a cualquier edad, en todo lugar, con diversos tipos de pensamientos que nos puedan preocupar. No debemos olvidar que, el pensamiento genera sentimientos, y estos últimos, producen emociones (positivas o negativas), las cuales se reflejan en nuestras acciones.

Por lo tanto, para deconstruir los prejuicios sociales que vinculan las caídas físicas de las personas mayores con la edad, o con una perspectiva simplista biológica; hemos iniciado un trabajo de investigación que se basará en los estudios de la Teoría de la Continuidad (Rosow, 1963; Neugarten, 1969 & Atchley, 1989), la cual interpreta los modos de adaptación que utiliza la persona mayor para mantener su autonomía personal. De esta forma, es posible que el sujeto conserve una correcta marcha, y evite las caídas físicas que pongan en riesgo la longevidad, su autonomía y su independencia.

geriatricarea caidas
La alteración de la capacidad de la marcha en las personas mayores se puede agravar con las caídas, que anticipan el deterioro funcional, aumentan la morbilidad y la cantidad de residentes en los hogares permanentes

Dicha teoría entiende al individuo en permanente desarrollo. Se logra mediante la misma, mantener la capacidad para crear o sobreponerse a experiencias, como los avatares del envejecer desde el enfoque bio-psico-social. En ese marco, se buscará analizar la relación entre los factores psíquicos protectores y la motivación autodeterminada, para poder entender si estos actúan en la marcha y el equilibrio de las personas mayores, como herramientas preventivas de caídas.

Para el desarrollo del presente trabajo, fueron utilizadas las siguientes escalas:

  • Inventario FAPPREN, Versión abreviada (VA) Zarebski, G. Marconi, A. Serrani D. (2019)
    Detecta los factores psíquicos protectores para el envejecimiento y recolecta datos sociodemográficos. También se obtiene el porcentaje de factores de riesgo psíquico prevaleciente en el sujeto. Se considera necesario fortalecer los factores psíquicos protectores, para disminuir los factores de riesgo psíquico, en pos de una mejor calidad de vida del sujeto (Zarebski, 2015). Cabe mencionar, que los factores de riesgo psíquico del envejecimiento patológico, surgen cuando se manifiestan características de personalidad que generan condiciones de vulnerabilidad en las emociones, problemas en los vínculos sociales, y convicciones desfiguradas durante el envejecimiento.  Son su antítesis los factores protectores, estos permiten resiliencia frente a los cambios del envejecer (Zarebski, 2015).
  • Cuestionario de Regulación de la Conducta en el Ejercicio (BREQ-3) Wilson, Rodgers, Loitz, y Scime (2006)
    Se aplicó para obtener valores numéricos en las subdivisiones y se establece la motivación autodeterminada en el sujeto. Permite evaluar si el adulto mayor se encuentra motivado cuando realiza actividad física, y si dicha motivación, proviene de su interior o del entorno. La motivación es un factor clave, para la realización de las actividades en todas las etapas de la vida.
  • Tinetti
    Escala de marcha y equilibrio que detecta precozmente el riesgo de caídas en adultos mayores. Se logra detectar si existe miedo a caer (Tinetti, Speechley, y Ginter, 1988), debido a una marcha mal ejercida o a la falta de equilibrio postural al caminar. Se destaca que, la mayoría de las caídas que llevan a las fracturas de cadera, se deben al desequilibrio postural (Shumway-Cook y Woollacott, 2000).
  • Falls Efficacy Scale International (FES-I)
    Puede medir la confianza y la habilidad que tiene el adulto mayor, para evitar la caída mientras realiza actividades de la vida diaria. Permite conocer que preocupación tiene el sujeto a la caída, cuando realiza sus actividades diarias. La caída puede estar relacionada con la edad avanzada (Horak, Shupert, y Mirka, 1989), con antecedentes de caídas (American Geriatrics Society, 2001), o con el miedo de caer (Tinetti, Speechley, y Ginter, 1988), entre otras preocupaciones.

Las escalas mencionadas fueron aplicadas en 187 jubilados (hombres y mujeres), que asistieron a las prácticas de  actividades físicas y recreativas en la Colonia de Vacaciones de Verano 2020, organizadas por el Municipio de Avellaneda, provincia de Buenos Aires (República Argentina). Concibiendo que, una correcta marcha y equilibrio se encuentran asociadas a la prevalencia de factores psíquicos protectores y a los modos más autodeterminados de motivación (regulación intrínseca, regulación identificada, y regulación integrada); entendiéndose que la variable envejecimiento es determinada por la sociedad.  El trabajo de campo de la presente investigación fue realizado en los meses previos al período de pandemia Covid-19.

A través de este estudio, se pretende crear una herramienta de prevención ante el riesgo de caída psíquica y su consecuente manifestación, representada por la caída física (Zarebski, 1994, 1999) en las personas mayores. Contribuyendo a disminuir y/o evitar el riesgo de caídas (psíquicas y físicas). Generando un aporte preventivo, viable y factible de ser aplicado en instituciones vinculadas a la salud de las personas mayores a nivel mundial, quienes se propongan organizar programas para este grupo etario.

La marcha y la caída en el envejecer

Es necesario conservar una correcta marcha para transitar la vejez satisfactoriamente, ya que sus trastornos son frecuentes y limitan las actividades (Zuliani, 2016). La alteración de la capacidad de la marcha en las personas mayores se puede agravar con las caídas, estas anticipan el deterioro funcional, aumentan la morbilidad y la cantidad de residentes en los hogares permanentes (Cerda, 2014). Las personas mayores que viven de modo independiente se caen entre un 20 y 30% anual, donde el 25% tiene una lesión importante y un 5% se fractura. (Zuliani, 2016)

Otros factores de riesgo de caídas comunes a todos los ancianos son: la edad avanzada (Horak, Shupert y Mirka, 1989), el sexo femenino (Tromp, Smit, Deeg, Bouter y Lips, 1998), los antecedentes de caídas (American Geriatrics Society, 2001), la osteoporosis (Lin y Lane, 2004), y el miedo de caer (Tinetti, Speechley, y Ginter, 1988). La mayoría de las caídas que llevan a las fracturas de cadera son causadas por el desequilibrio postural (Shumway-Cook y Woollacott, 2000).

Zarebski (1999), quien retoma los lineamientos teóricos psicoanalíticos de Granel (1975,1985), menciona que hay personas mayores que atraviesan el colapso narcisista, debido a los diversos temas del envejecer (jubilación, la viudez, el duelo, el nido vacío, etc.) por los cuales transitan durante el proceso de envejecimiento, generando una fractura emocional, que perturba su narcisismo.

Se conoce a éste último como la valoración que el sujeto hace de sí mismo, colocado dentro de una escala de valores en cuyo extremo más alto está el Yo Ideal, y en su extremo más bajo se encuentra el negativo del Yo Ideal. La ubicación en ella, dará la medida de la autoestima, que se observa en las conductas instrumentales y en las normas de los sujetos (Bleichmar, 1981). Como resultado de esto, se genera una anticipación inconsciente, y el sujeto se manifiesta irreflexivo, autodestructivo; provocando la caída corporal. Así surge una segunda caída (la física), como consecuencia de la primera caída (la emocional).

Dentro de este marco, como menciona Zarebski (1999), si entendemos a la caída como una representación dramatizada de otra caída en otro escenario, es decir, de una caída ya instalada o que se considera imperiosa, se la puede conceptualizar como una «segunda» caída, como indicativa de duelo patológico. Las condiciones de vulnerabilidad emocional y los factores de riesgo psíquico de envejecimiento patológico conducirán al colapso narcisista, con manifestaciones clínicas, somáticas y de comportamientos desajustados, como lo son las caídas frecuentes (Zarebski 1994, 1999) cuando la frágil identidad que el sujeto logró mantener se derrumbe. Estos temas, al no ser tratados a tiempo pueden conducir a la persona mayor a un quiebre o caída emocional,  la cual se manifestará seguidamente en diversas presentaciones clínicas, entre ellas las caídas físicas.

Cabe mencionar que nuestro estudio actualmente se encuentra en la etapa de análisis de los resultados. Se espera finalizar en breve con los mismos para su divulgación. De este modo, se pretende deconstruir los prejuicios sociales relacionados a la caída en la tercera edad y mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Además, los futuros resultados serán una posible vía de conducción para una detección temprana, y podrán favorecer una correcta marcha en  las personas de 60 años de edad o más.

Mediante el presente trabajo se intenta dar a conocer nuestro camino emprendido, y como guía de estímulo a que otros investigadores tengan en cuenta las variables mencionadas en el tema del envejecer, dando lugar a que nuevas investigaciones contribuyan con la temática desarrollada.

Referencias:

– American Geriatrics Society. (2001). Guideline for the prevention of falls in older persons. Journal of the American Geriatrics Society 49(5):664 – 672. DOI: 10.1046/j.1532-5415.2001.49115.x
Atchley, R.C. (1989). A continuity theory of normal aging. The Gerontologist, 29(2), 183-190.
Bleichmar H. (1981).EI Narcisismo. Estudio Sobre la Enunciación y la Gramática lnconciente. Buenos Aires: Ed. Nueva Visión.
Cerda, L., (2014). Manejo del trastorno de marcha del adulto mayor. Revista Médica Clínica Las Condes, 25(2), 265-275. Obtenido de https://www.clinicalascondes.cl/Dev_CLC/media/Imagenes/PDF%20revista%20m%C3%A9dica/2014/2%20marzo/10-Dra.Cerda.pdf
Granel J. (1975) “Hacia una teoría de los accidentes”. Eidon, 2, 4, Bs. As. 1975.
– Granel J. (1985) “Consideraciones sobre la capacidad de cambiar, la colisión de las identificaciones y el accidentarse”. Rev. de Psicoanálisis, APA, XLII, 5, Bs. As.
Horak, F., Shupert, C., y Mirka, A. (1989). Components of postural dyscontrol in the elderly: a review. Neurobiology of aging, 10(6), 727–738. https://doi.org/10.1016/0197-4580 (89)90010-9
Lin J. y Lane J. (2004) Osteoporosis: a review. Clin Orthop Relat Res, (425):126-34. PMID: 15292797.
Neugarten B. (1969) ¨ Continuidades y Discontinuidades de los Aspectos Psicológicos en la Vida Adulta ¨, en: B. Neugarten (comp.). Los significados de la edad. 1999. Ed. Herder. Barcelona.
Rosow, I. (1963) Adjustment of the normal aged. Processes of Aging, 2, 195-223.
Shumway – Cook, A. y Wollacott, M. (2000). Motor Control: Theory and Practical Applications. Segunda Edición. Editorial Lippincott Williams & Wilkins.
Tinetti, M., Speechley, y Ginter, S. (1988). Risk factors for falls among elderly persons living in the community. The New England journal of medicine, 319(26),1701–1707. https://doi.org/10.1056/NEJM198812293
Tromp A., Smit J., Deeg D., Bouter L., y Lips P. (1998) Predictors for falls and fractures in the Longitudinal Aging Study Amsterdam. J Bone Miner Res, 13(12):1932-9. doi: 10.1359/jbmr.1998.13.12.1932.
Wilson, P., Rodgers, W., Loitz, C., y Scime, G. (2006). Es quien estoy… realmente! La importancia de la regulación integrada en el ejercicio Contextos. Journal of Applied Biobehavioral Research, 11, 79-104.
Zarebski, G. (1999): ¨ Las Caídas en la Vejez ¨ en: Hacia un Buen Envejecer. Bs. As.: Edit. Emecé (1999). Re-edición: Univ. Maimónides, 2005
Zarebski, G. (1994). La vejez. ¿Es una caída? Tekné, Bs. As
Zarebski G., Kabanchik, A., Kanje, S., Monczor, M., Tornatore, R., De Grado, C., y Marconi, A. (2015) Narcisismo, resiliencia y factores protectores en el envejecimiento. Nuevos aportes al campo de la intervención e investigación en psicogerontología. INAES.
Zarebski, G, Marconi, A. y Serrani, D. (2019). Inventario FAPREN (Versión Abreviada) .Universidad Maimónides. Bs As. Obtenido de http://psicogerontologia.maimonides.edu/inventario-fappren-r-version-reducida-2019-zarebski-g-marconi-a-serrani-d/
Zuliani, M. (2016). Valoración geriátrica integral de los trastornos de la marcha y actividades de la vida diaria en adultos mayores. Tesis de grado de Licenciatura en Kinesiología. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad FASTA. Buenos Aires. Argentina. Obtenido de http://redi.ufasta.edu.ar:8080/xmlui/handle/123456789/1302

Sobre los autores

Roxana Elizabeth González es Directora en AFYAM (Actividad Física y Adulto Mayor). Profesora en el Departamento de Salud y Actividad Física de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), Buenos Aires (Argentina). Magister en Psicogerontología (Graduada en Universidad Maimónides); Especialista en Psicogerontología (Graduada en Universidad Maimónides). Licenciada en Actividad Física y Deporte (Graduada en UNDAV)
e-mail: rgonzalez@nullundav.edu.ar




Leonardo Eduardo Parafita (recientemente fallecido) era profesor en el Departamento de Salud y Actividad Física de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), Buenos Aires (Argentina). Coordinador Académico de la Maestría Virtual en Educación Física y Deportes en UNDAV. Co-autor y Responsable del  Proyecto de Desarrollo del Laboratorio de Evaluación de la Condición Física (PROUN Ministerio de Educación de la Nación). Profesor en el Instituto Superior de Formación Docente Nº1. Buenos Aires. Profesor en el Instituto del Profesorado de Educación Física Espíritu Santo. Buenos Aires. Capacitador en el Área de Educación Física del Nivel Inicial en los Equipos Técnicos Regionales. Dirección General de Cultura y Educación. Buenos Aires. Licenciado en Actividad Física y Deporte. Universidad de Flores. Estudiante de la Maestría en Psicogerontología. Universidad Maimónides.