La sociedad vasca es una de las más envejecidas, algo que generará oportunidades de empleo en el cuidado de personas mayores. Consciente de ello, desde el Gobierno vasco se ha puesto en marcha el proyecto ZainLab, con el objetivo de preparar perfiles profesionales y estimular el empleo de calidad en este sector.

La Vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, ha presentado ZainLab, un proyecto que, basándose en la colaboración y la coordinación, pretende identificar, prever y promover las enormes oportunidades de empleo que se desarrollarán en los próximos años en el área de los cuidados a las personas mayores. Para ello, busca preparar los perfiles profesionales necesarios para que ese empleo sea de calidad y estimular iniciativas empresariales que acompañen y afronten los nuevos retos del sector. Esta iniciativa pretende también aprovechar las oportunidades que va a traer el reto demográfico y, en consecuencia, el emprendimiento en el ámbito de los cuidados.

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La Vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, durante la presentación del proyecto ZainLab

La sociedad vasca es una de las más envejecidas, y en los últimos cinco años los hogares que más han crecido son los unipersonales. Actualmente hay más de 250.000 personas que viven solas, en su mayor parte mayores que lo hacen en sus casas de siempre, y sobre todo mujeres. Además, hay alrededor de 18.000 personas en residencias, si bien en Euskadi hay más de medio millón de mayores de 65 años.

Estas cifras y la previsión de cuidados a corto plazo “nos va a exigir dar una vuelta a nuestro sistema de servicios sociales para facilitar la autonomía personal”, señala Mendia, porque “se trata de ofrecer recursos para que la gente, sobre todo los mayores, puedan hacer una vida autónoma con plenas garantías, y la respuesta no puede ser la de siempre, la del círculo de atención primario, el familiar, y mucho menos mujeres que dejan sus ocupaciones laborales para dedicarse a estas tareas”.

La alternativa no tiene por qué ser una residencia. Debe ser, cada vez más, garantizar la autonomía de la persona, que pueda decidir si se queda en su casa y que tenga garantizados los cuidados que necesite. Y este compromiso necesita intervención pública para dotar de recursos a quienes viven en sus casas, pero también para dotar de empleo de calidad a las personas que les atiendan”, apunta la Vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo.

En este sentido, ZainLab “es un proyecto de construcción de una estrategia de empleo y emprendimiento para esos cuidados en comunidad en la sociedad de la longevidad”, ha destacado. “El hecho de que envejezcamos es un indicador de una sociedad avanzada, y supone una oportunidad de empleo, de mano de obra no deslocalizable y con capacidad de emplear a muchas personas que no encuentran trabajo o que lo han perdido en otros sectores”, señalaI doia Mendia, insistiendo en que “como vamos a vivir más, necesitaremos también más cuidados, y cada vez que se pregunta a las personas dónde quieren ser atendidas en caso de necesitar ayuda, respondemos que en casa. De ahí la importancia de garantizar un cuidado suficiente y profesional en el domicilio”.

Por esta razón, desde el Departamento de Trabajo y Empleo se quiere aprovechar esa oportunidad identificando nuevos nichos de empleo que necesitan personal cualificado para esa Euskadi inmediata, la de la comunidad de cuidados de larga duración. “Un cuidado centrado en la persona y en los deseos de las personas. Y que cuando ese cuidado tenga que ser en una residencia porque la intensidad lo requiera, se parezca lo más posible al cuidado en el domicilio y siga teniendo a la persona en el centro”.

Para lograrlo se ha contado con Home Care Lab, la Unidad de Innovación y Desarrollo del grupo cooperativo Servicios Sociales Integrados. Una unidad con 25 años de experiencia en ofrecer nuevos productos o servicios en el ámbito del envejecimiento para el área de intervención y capacitación sociosanitaria. “Hemos querido que sea nuestro socio estratégico para el diseño de esta estrategia, que tendrá un proceso participativo amplio y permitirá contar con experiencias piloto de un modelo preventivo, personalizado y comunitario de los cuidados. Y que nos va a permitir también una actuación integral entre los servicios sociales, los servicios sanitarios y las políticas de vivienda”, concluye Mendia.