La farmacia puede jugar un papel clave como «radar» para identificar y prevenir la soledad no deseada de las personas, especialmente, de las personas mayores, tal y como expusieron varios profesionales farmacéuticos en el webinar ‘La farmacia ciudad que cuida’ organizado por Fundación Mémora en el marco de su Foro de Debate Ciudades que Cuidan.

Dirigida y moderada por Joan Berenguer, director de la Fundación Mémora, la jornada ‘La farmacia ciudad que cuida’ contó con la participación de profesionales farmacéuticos como Josep Monterde, Presidente de la Asserta Foundation; José Miguel Ferrari Piquero, Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid; Jesús Carlos Gómez Martínez, Presidente de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC); Maite Sarobe Carricas, Jefa del Servicio de Farmacia del Complejo Universitario de Navarra; y  Lluís Triquell Sabaté, Director Asociado en Antares Consulting y en Triquell OOOQ.

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La farmacia comunitaria puede ser un «radar» para la identificación y prevención de la soledad no deseada

Durante la sesión, los expertos abordaron aspectos clave para la farmacia del futuro, como la reformulación de los códigos éticos de la farmacia, la necesidad de favorecer cambios en la práctica profesional e impulsar iniciativas como, por ejemplo, constituir una red de farmacéuticos comunitarios y de hospital que, trabajando conjuntamente, mejoren los cuidados de los pacientes y contribuyan, al mismo tiempo, a la sostenibilidad del sistema de salud.

En esta línea, Maite Sarobe Carricas, Jefa del Servicio de Farmacia del Complejo Universitario de Navarra, hizo especial hincapié en la necesidad de coordinación de los distintos niveles asistenciales de la farmacia. «Estamos creando una cultura de mayor comunicación y coordinación, existe mayor conciencia y la comunidad farmacéutica vamos entendiendo que un mismo paciente puede ser tratado en diferentes ámbitos. El paciente sufre transiciones asistenciales y estas deben estar perfectamente coordinadas a través de la implementación de estrategias globales con procedimientos y profesionales de enlace, y con el apoyo de sistemas de información sin zonas opacas que lo hagan posible», senaló.

Por su parte, José Miguel Ferrari Piquero, Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, recalcó la importancia de complementar los códigos éticos de la farmacia con la ética del cuidado, afirmando que «podemos tomar como referencia la oración de Maimónides: ‘Haz que vea en el paciente un compañero en el dolor’. Los profesionales sanitarios debemos ser conscientes de que somos y vamos a ser pacientes y, por ello, ante el paciente actual debemos ser ‘compacientes’, es decir, ser capaces de ejercer la empatía y definir la figura del farmacéutico como aquel profesional que participa del cuidado de las personas».

La farmacia en la prevención de la soledad no deseada

El encuentro del Foro de Debate Ciudades que Cuidan de Fundación Mémora, también se reflexionó sobre las farmacias comunitarias como medio de contacto cercano con la población por su capilaridad en el territorio, lo que las convierte en un buen medio y «radar» de prevención para detectar a personas en situación de soledad no deseada.

Tal y como expuso Jesús Carlos Gómez Martínez, Presidente de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), «trabajo cada día en una farmacia en la que encima y al lado del edificio hay viviendas con familias, pero también personas mayores que viven solas. Durante los meses de pandemia, recuerdo la experiencia con una señora mayor con deterioro cognitivo que tenía un hijo en Andorra y otro en cuarentena a causa de la Covid-19. Cada día venía a la farmacia con su SPD para que pudiésemos comprobar que la paciente tomaba el tratamiento pautado por el médico de forma adecuada, hasta que en esos días tuvo una úlcera. Dada la situación, con sus hijos lejos, cogí mi vehículo propio y la llevé yo mismo al hospital, su farmacéutico comunitario».

Por su parte, Josep Monterde, Presidente de Asserta Foundation, destacó el papel de las nuevas tecnologías como aliadas para prevenir la soledad no deseada. «Los avances tecnológicos están abriendo grandes expectativas en el ámbito de la salud. ¿Quién nos dice que no podría ser útil la inteligencia artificial para identificar los factores de riesgo y predecir qué personas pueden estar en riesgo de vulnerabilidad o pueden estar siendo conducidos a una situación de soledad no deseada? Sin duda este valor predictivo podría contribuir a aplicar medidas preventivas de forma anticipada», afirmó.

Garantizar la continuidad asistencial de los pacientes en el mundo rural

Por otra parte, entre las distintas propuestas de iniciativa para la transformación de la práctica profesional de la comunidad farmacéutica, también se hizo hincapié en la importancia de garantizar la continuidad asistencial de los pacientes, especialmente, en el mundo rural.

En este sentido, Lluís Triquell Sabaté, Director Asociado en Antares Consulting y en Triquell OOOQ, relató que «tuve la experiencia de trabajar en el análisis de todo el modelo de farmacia de Castilla y León, la comunidad más grande de Europa. Analizando toda la facturación de las farmacias, veíamos una distribución muy irregular, que se decantaba más hacia poca facturación. En España, hemos visto como ha desaparecido el banco, el consultorio médico y algunos comercios de muchos entornos rurales, pero la farmacia continua como referente de atención y cuidados en muchos aspectos. Por ello, sobre todo en aquellas zonas donde los desplazamientos son complicados, merece la pena reconocer la labor y ayudar a estas farmacias a que continúen haciendo esta actividad imprescindible».