El Hospital del Mar ha puesto en marcha una prueba piloto para evaluar los beneficios de la marcha nórdica en personas con secuelas por la Covid-19, una actividad que permite mover casi toda la musculatura del cuerpo de forma no agresiva y actúa sobre la coordinación, el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad.

El Servicio de Salud Laboral del Hospital del Mar, en colaboración con la Unidad Post-Covid-19 del centro, ha puesto en marcha una prueba piloto para evaluar la idoneidad y los beneficios de hacer marcha nórdica en personas que han superado la Covid-19, pero que todavía arrastran secuelas físicas y psicológicas. El proyecto arrancó el pasado mes de mayo y está dirigido a profesionales del Hospital del Mar y de todos los otros centros del Parc de Salut Mar que han sufrido la enfermedad y que están en seguimiento por problemas derivados de la infección.

Tal y como explica la Dra. Consol Serra, jefa de Servicio de Salud Laboral del centro, la marcha nórdica “tiene muchos beneficios, no solo a nivel físico, sino también a nivel anímico y el Hospital del Mar tiene una larga experiencia en la promoción de esta actividad”. Con la prueba piloto iniciada se quiere comprobar si también puede ser una herramienta útil para abordar los problemas que, de forma bastante habitual, sufre una buena parte de los pacientes que han superado la Covid-19, especialmente un tipo de fatiga o astenia crónica que puede empeorar por una falta de estímulos y de ejercicio y que se retroalimenta a sí misma.

Como explica la Dra. Judit Villar, médica adjunta del Servicio de Enfermedades Infecciosas y una de las coordinadoras de la Unidad Post-COVID-19 del Hospital del Mar, “a pesar de que todavía no se conocen con exactitud los mecanismos por los cuales se producen síntomas persistentes como la fatiga o los dolores musculares o articulares en el post-COVID, diferentes estudios han demostrado como la fisioterapia y el ejercicio físico mejoran los síntomas, a parte que no hay ninguna contraindicación para realizarla una vez superada la fase aguda”.

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El Hospital del Mar ha puesto en marcha una prueba piloto para evaluar los beneficios de la marcha nórdica en personas con secuelas por la Covid-19

Estos problemas derivados de la infección afectan aproximadamente a un 10% de los pacientes que han sufrido la Covid-19 e incluye a un perfil de pacientes muy heterogéneo”, apunta la Dra. Diana Badenes, médica adjunta del Servicio de Neumología y también coordinadora de esta unidad.

Paliar la fatiga crónica, el dolor osteomuscular y los problemas anímicos

Los profesionales del Hospital del Mar y del resto de centros del Parc de Salut Mar que han superado la infección por Covid-19 están siendo contactados por el equipo coordinado por el Dr. José Maria Ramada del Servicio de Salud Laboral. A todos ellos, como al resto de pacientes atendidos, se les está haciendo un seguimiento por parte de la Unidad Post-Covid-19.

En el caso del colectivo de profesionales a los cuales se les ha detectado fatiga crónica, dolor osteomuscular y problemas anímicos, pero no otras secuelas que no hagan aconsejable hacer ejercicio físico, se han seleccionado dos grupos de diez personas para llevar a cabo la prueba piloto con la marcha nórdica. Los promotores consideran que este tipo de ejercicio es ideal para ellos, “ya que la marcha nórdica es un deporte de bajo impacto, estratégico, ya que actúa sobre la coordinación, el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad, y se hace en el gimnasio más grande del mundo al aire libre”, explica el instructor encargado del proyecto, Antonio Brieba.

Los participantes harán una sesión de 90’ de marcha nórdica dirigida a la semana durante dos meses, con el objetivo de formarlos en esta actividad y animarlos a practicarla de forma regular. La elección de grupos de trabajo reducidos se ha hecho para facilitar que el instructor pueda hacer un seguimiento personalizado y adaptar las rutinas a su estado físico.

En general, se busca “disminuir la fatiga, normalizar su vida, reducir el dolor y mejorar su estado de ánimo, mejorando, en general, su cualidad de vida”, apunta la Dra. Serra. Esto se evaluará mediante unos cuestionarios, realizados en colaboración con el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del centro, que también se facilitarán a un grupo de control con las mismas características, pero que no participará en las sesiones de marcha nórdica.

En caso que la evaluación valide la idoneidad de la propuesta para la mejora del estado de los pacientes, se estudiará su extensión a todo el colectivo de profesionales del PSMAR con el mismo perfil de secuelas post Covid-19, así como a los pacientes tratados en el centro. Esta actividad se complementará con talleres de mindfulness o atención plena para trabajar la estabilidad emocional.

La marcha nórdica es una actividad nacida en Finlandia como una forma de entrenamiento para los esquiadores de fondo fuera de la temporada de nieve. Utiliza dos bastones diseñados específicamente para este tipo de ejercicio, que sirven para caminar e impulsar el cuerpo con una técnica específica. Se trata de una actividad física no agresiva que, a la vez, permite mover casi todos los músculos del cuerpo, tanto el tronco superior como el inferior, mientras los participantes pueden socializar entre ellos.