La población mayor es uno de los grupos más vulnerable frente a los problemas nutricionales, tanto por el propio proceso de envejecimiento que aumenta las necesidades de algunos nutrientes y produce una menor capacidad de regulación y absorción- como por otros factores asociados al envejecimiento, como son los cambios físicos, psíquicos, sociales y económicos que se producen en estos períodos vitales. tal y como recuerdan desde Lactalis Nutrición Iberia.

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La desnutrición en las personas mayores es un problema de salud infradiagnosticado e infratratado

El 19,6 % de la población española tiene más de 65 años, porcentaje que, de mantenerse las tendencias demográficas actuales, alcanzaría un máximo del 31,4 % en torno a 2050. En este contexto de paulatino envejecimiento. La división del Grupo Lactalis Iberia dedicada a alimentación infantil y nutrición clínica, advierte que la desnutrición en las personas mayores es más frecuente de lo que cabría considerar, siendo un problema de salud infradiagnosticado e infratratado. De cara a evitarla, es necesario preservar en esta etapa de vida una ingesta moderadamente alta de proteínas, aportes de calcio, vitamina D y fibra prebiótica para mejorar el estado general de la persona y su capacidad funcional.

Por otra parte, en los casos en los que la dieta oral es insuficiente porque se ingieren menos alimentos de los necesarios, se atraviesa una situación clínica que requiere aportes adicionales, por razones médicas o por una pérdida de peso no voluntaria, los profesionales sanitarios pautan suplementos nutricionales para aportar la energía, proteínas y nutrientes necesarios de cara a mejorar el estado del paciente y evitar la aparición de complicaciones.

Tal y como indica la Dra. Nancy Babio, Dietista-Nutricionista, Presidenta del Col·legi de Dietistas-Nutricionistas (CoDiNuCat), «la desnutrición es un problema generalizado en todos los niveles de la atención sanitaria y con una gran incidencia en centros de atención geriátrica». A juicio de esta experta «es necesario, prioritario y urgente incorporar dietistas-nutricionistas en el ámbito de la atención primaria, con el fin de reducir gastos sanitarios importantes derivados de medicamentos, así como de ingresos y mayor estancia hospitalaria por complicaciones derivadas de un mal estado nutricional previo».