Un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva Jersey ha descubierto recientemente que el hecho de recibir un diagnóstico precoz de enfermedades como Alzheimer u otras demencias puede afectar a las relaciones sociales y a la actividad del paciente.

Este nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del campo del trabajo social de la Universidad de Nueva Jersey ha descubierto que la red social y el apoyo social de una persona no aumentan tras un diagnóstico de Alzheimer y demencias relacionadas, lo que puede ser especialmente problemático para las poblaciones desfavorecidas que tienen menos recursos. Según el estudio, el diagnóstico reduce el tiempo de conversación telefónica, el contacto cara a cara y la asistencia a deportes y otros eventos sociales.

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Un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva Jersey ha descubierto que el diagnóstico del Alzheimer aísla socialmente al paciente

El autor principal del estudio, Takashi Amano, profesor asistente en el Departamento de Trabajo Social de la Universidad Rutgers – Newark, afirma que «la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas son una prioridad de salud pública que tiene un impacto significativo en las personas con estas enfermedades, sus familias y la sociedad» ,y añade que «en los últimos años, los profesionales de la salud han querido diagnosticar antes a las personas por beneficios como una mejor planificación de los cuidados a largo plazo y menos ansiedad. Aunque recibir un diagnóstico más temprano tiene beneficios, las consecuencias negativas pueden incluir un mayor riesgo de suicidio o de solicitar un suicidio asistido por un médico«.

El aislamiento como un factor de riesgo más

Los investigadores utilizaron datos del «Estudio de Salud y Jubilación«, un estudio nacional que encuesta a los adultos y sus cónyuges de 51 años o más. Los investigadores hicieron un seguimiento de los adultos en 2012, 2014 y 2016. Los que recibieron un diagnóstico en 2014 se compararon con los que no lo hicieron. Los investigadores midieron sus relaciones sociales dos años después de su diagnóstico, observando el compromiso social e informal, como reunirse y hablar por teléfono, y el compromiso formal, como el voluntariado, la asistencia a programas educativos, juegos deportivos o eventos sociales con clubes u organizaciones no religiosas.

Los resultados indican que recibir un diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias relacionadas puede tener impactos no deseados en las relaciones sociales, incluyendo la disminución del compromiso social formal e informal. Por ello, los investigadores de la Rutgers, sugieren que los profesionales y los responsables políticos sean conscientes de las consecuencias, identifiquen estrategias para aliviar el impacto negativo de recibir un diagnóstico y busquen formas de movilizar las redes de apoyo después de un diagnóstico.

El estudio ‘The Effect of Receiving a Diagnosis of Alzheimer’s Disease and Related Dementias on Social Relationships of Older Adults’ está disponible pinchando en este enlace.